La palabra patrón
tiene diversas acepciones. Nosotros nos atendremos a la primera. Patrón es igual
a protector, defensor. También es patrón el titular de una iglesia, como San
Pedro es titular y patrón de nuestra iglesia. Por eso en su día se celebra
fiesta solemne que su subvenciona el Ayuntamiento.
Aparte de San Pedro, tenemos dos
protectores o patronos del pueblo el Santísimo Cristo de la Pobreza y San
Engracio, mártir. Los dos fueron elegidos por el pueblo en circunstancias
memorables.
La prodigiosa imagen del Santísimo
Cristo de la Pobreza, que se veneraba en este pueblo, según refiere don Juan
Bautista Bataller, cura que fue de esta parroquia por los años 1830, era tan
antiquísima que ni por escritura ni por tradición se sabe su origen.
Entre los muchos favores que el
pueblo de Ayelo debe a tan venerada imagen, el principal fue el que dio motivo
a la solemne fiesta del 6 de agosto de 1834, cuando el cólera morbo hacía
estragos en el valle de Albaida, pueblos del río, Játiva y su Costera, Canals,
etc.
Aunado el pueblo en rededor de
este Divino Señor, imploró su auxilio en aquellos aciagos días, haciendo
rogativas y estaciones a su sagrada capilla desde el 16 de julio. El 25 se sacó
la sagrada imagen en procesión de rogativas y penitencia por todo el pueblo,
con tal devoción, ternura, confianza y lágrimas de arrepentimiento, que todos
creyeron que este pueblo sería preservado de la Divina Justicia. Y así fue. Se
continuaron las rogativas y se llegó al 9 de agosto sin que ocurriera un caso
de cólera, mientras en los pueblos vecinos se contaban por centenares las
víctimas.
Ante una protección tan manifiesta,
a propuesta del señor cura y por acuerdo del Ayuntamiento, el día 10 de agosto,
ante la santa imagen, hizo el pueblo solemne voto de santificar cada año el día
6 de agosto fiesta propia del Salvador, a no trabajar, oír misa y hacer solemne
fiesta en honor del Santísimo Cristo de la Pobreza.
Se continuaron las rogativas y
penitencias hasta el cese de la plaga que tanto llanto y luto causó en España,
gloriándose Ayelo de no haber sufrido más que diecinueve casos con sólo nueve
defunciones.
SAN ENGRACIO, MARTIR, SEGUNDO
PATRON
Según un documento
fechado en Roma el 30 de diciembre de 1839 el Papa Gregorio XVI hizo entrega al
reverendo don Juan Bautista Bataller Pla, párroco de la iglesia de Ayelo de
Malferit, diócesis de Valencia en España, del cuerpo de San Engracio, mártir,
encontrado en el cementerio de Priscila, en la Vía Salaria, con un vaso que
contenía una esponja con sangre del mismo.
Estos sagrados restos entraron
solemnemente en este templo parroquial el 2 de agosto de 1840, celebrando su fiesta
el 7, con misa propia por concesión especial.
Aunque todo esto ya lo saben los
ayelenses, bueno es recordarlo para que no se pierda la fe y confianza en tan
buenos protectores.
LEONARDO CARRERES.
Libros de Fiestas 1969
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