Del jardí bell de València
és Ayelo ermosa flor
que escampa, arreu, les fragàncies
que despedeix lo seu cor
Miguel Ferrándiz . "Himne a Ayelo"


miércoles, 8 de noviembre de 2017

ES BUENO RECORDAR


 

Ojeando un día el álbum de fotos familiar, observé atentamente una figura en donde quedaba reflejada la imagen  de mi tío Juanito (el rayo) con el uniforme de municipal como funcionario del Ayuntamiento y además llevaba en una mano un garrote y en la otra un megáfono que utilizaba por las calles del pueblo anunciando cualquier mercancía y bando oficial. 

Me hizo recordar que con anterioridad y en la década de los años 1940 y 1950, mi tío regentó en la calle Mayor el casino bar durante bastantes años y al cierre del mismo encontró su segundo trabajo como municipal y que además de hacer bando se encargaba de multar a la persona que fuese merecedora de ello. 

Me pregunto a quien se le ocurrió ponerle el sobrenombre (el rayo) pero bien es cierto que durante la contienda de la guerra civil en España, fue herido en combate y la metralla le cortó parte de una pierna y ese era el motivo que llevase una pierna ortopédica que era capaz de correr a un ritmo lo bastante rápido como para asombrar al resto de los vecinos que no dábamos crédito por lo ágil en que se movía.

Con su instinto altruista se granjeó la estima del vecindario y siempre estaba atento en todo lo que se movía a su alrededor y en socorrer a sus congéneres que necesitaran de sus servicios.

A los ochenta y cuatro años revolotea en mi mente el recuerdo imperecedero de mi infancia junto con mis adorados abuelos el ti Batiste sebeta y su esposa Dolores que participaron plenamente para que mi vida fuese lo más amena posible dentro de sus posibilidades.


No fueron años fáciles durante la guerra y posguerra en donde escaseaban los alimentos más perentorios, pero el amor que nos profesábamos hizo posible que salvásemos cada obstáculo que se interponía en el camino y como dijo el poeta un día, se hizo camino al andar hasta lograr que en su momento y después de ímprobos sacrificios, llegó la estabilidad y con ello la paz que todos los aielenses estábamos deseando,

Después de los años transcurridos siguen aflorando en mi corazón lo mucho que quise a mis abuelos y los seguiré amando mientras me quede un soplo de vida.

En el mes de marzo de este año y a través de un familiar recibí la grata noticia de que nuevamente y después de los años transcurridos habían expuesto en la biblioteca (blog de historia de Aielo de Malferit, http://historiadeaielo.blogspot.com.es/2016/02/i-de-ayelo-al-cielo.html) mi escrito que se publicó años atrás en el libro de fiestas con el subtítulo de Ayelo al cielo y en esta ocasión con unas fotos de las personas aludidas en dicho escrito que tengo en mi poder con mucha ilusión de haber podido colaborar con humildad junto con mis paisanos. 

Las fiestas son el símbolo de la emoción que se siente cuando llega el día señalado por todos los vecinos del pueblo que codo con codo se esfuerzan durante todo el año para que todo salga bien y en verdad que lo consiguen por el empeño que ponen en ello.


El año pasado 2015, lo pude constatar con mis propios ojos después de muchos años de ausencia por asuntos familiares y quedé gratamente sorprendido al comprobar que los aielenses disponéis de dos bandas de música, la cual me enorgullece. En mis años mozos no había músicos en el pueblo y os tenían que traer de otro pueblo cuando llegaban las fiestas y durante todos esos días se encargaban de recorrer las calles alegremente a los vecinos mediante las notas sonoras que salían de sus instrumentos y por la noche se situaban en el Ensanche para deleitarnos con algún concierto que otro hasta que llegaba el momento que los vecinos estábamos esperando, la música de baile que la juventud lo agradecíamos para bailar, ya que el resto del año nos era imposible llevar a cabo porque no había discoteca. 


Eran tiempos que la juventud aunque careciésemos de algunos privilegios que la juventud de ahora lo puede obtener, éramos felices en lo poco que teníamos.

                            Me siento muy orgulloso
                            de ser un aielense,
                            y aunque no resido en el pueblo
en mi corazón lo llevo siempre.
Pueblo antiguo y moderno
tierra de regadío y labranza,
el barbat y la vareta
dos productos por excelencia.
Las fiestas que llegan
las mismas se termina,
los siguientes los vecinos
con ilusión las esperan.

 A todos los aielenses os deseo de corazón que paséis unas felices fiestas con vuestra familia y que el Santísimo Cristo de la Pobreza y San Engracio Mártir os ilumine durante el resto de vuestra vida.

M. Colomer

Miguelito sebeta
Programa festes 2016


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