Del jardí bell de València
és Ayelo ermosa flor
que escampa, arreu, les fragàncies
que despedeix lo seu cor
Miguel Ferrándiz . "Himne a Ayelo"


viernes, 29 de abril de 2011

Aportación a la historia de Ayelo de M. Cap.VIII



LAS GERMANIAS. EL BANDOLERISMO. «LES PARTIDES»


Con anterioridad a la expulsión de los moriscos y a la repoblación de nuestro pueblo, ocurrió en Valencia, como sabemos, la revuelta de las Germanías (1519-1522), tema al que los historiadores regnícolas han dedicado muchas páginas. Pero este suceso no debió afectar a nuestro lloch por los motivos que vamos a exponer.

Las Germanías, movimiento gremial y ciudadano, y cuyas revindicaciones no es momento de analizar aquí, degeneraron pronto en una lucha antiseñorial y antimudéjar; uno de los aspectos en que se manifestó fue en el bautismo forzoso de los mudéjares.

Entre los pueblos agermanados de la Gobernación dellá lo riu Xúcar estaba uno tan cercano como Onteniente, con un cabecilla maestro de escuela llamado Francisco Guadalupe(1). Pero esta proximidad parece que no causó perturbaciones en el pequeño Ayelo; por lo menos no hemos encontrado al respecto nada escrito ni en la tradición, como saqueo de domicilios, robo de cosechas, y menos de bautismos a la fuerza, ya que la población de Ayelo, aunque compuesta sólo por mudéjares, estaba toda ella bautizada y convertidos todos en moriscos desde hacía tiempo.

Entre los años 1519 a 1522 el Reino de Valencia vivió la revuelta de las Germanías, conflicto que, según MªA. Belda, no causó perturbaciones en Ayelo de Malferit. Ilustración: La paz de las Germanías, por Marcelino de Unceta en Wikipedia

Prueba de ello es que, según el "vecindari" de 1510, del que hicimos mención, existía en esta fecha y en nuestro lloch un prevere (vicario) y, por consiguiente, una iglesia o capilla, y, desde luego, ninguna tradición de existencia de mezquita.

Sin embargo, la vida de Ayelo no debió ser en adelante muy tranquila. A partir de la expulsión de los moriscos sobrevino en nuestro Reino una grave crisis económico-social. Sin tener en cuenta las sublevaciones de moriscos, que en algunas partes de nuestra tierra se resistían a ser expulsados, hubo otros factores: el abandono del cultivo de las tierras y la despoblación de algunos lugares que ya no volvieron a poblarse, lo que equivalió a una gran ruina económica. Por otra parte, los moriscos expulsos no salieron todos de España; unos fueron escondidos por aquello de "quien tiene moro tiene oro"; otros regresaron y se refugiaron entre los vagos y maleantes, que, viviendo del pillaje, produjeron una inseguridad general, que se conoce con el nombre de bandolerismo.

El bandolerismo duró más de un siglo en nuestro reino; según unos, desde 1609 a 1707. Según otros, continuó hasta finales del siglo XIX, y aún podríamos añadir que se vio recrudecido en el período de las guerras carlistas. Lo constituían grupos de forajidos que, perseguidos por la justicia, se refugiaban de día en las fragosidades de los montes, y de noche bajaban a los pueblos a robar para subsistir. Si había resistencia no dudaban de recurrir al asesinato.

No hemos hallado noticia escrita de sus actuaciones en Ayelo, pero sí la tradición de la existencia dels roders, como se les llamaba a los bandoleros. Incluso se conservaba a principio de siglo el nombre dels Carnisers, partida de roders que se ocultaban de día en los pinares de lo que hoy es el puerto de Albaida y que de noche bajaban a los pueblos, donde algunos tenían gente que les protegían y contribuían a su ocultación y subsistencia. En Ayelo existe la tradición de que varios de sus habitantes murieron víctimas de estos forajidos(2).

Para Ayelo, como para otros pueblos, debió ser aquélla una época de terror. En ella tiene origen una oración que rezaban las viejas de mi familia cuando alguno de sus hombres, padres o hermanos, se ausentaban de casa. Decía así:

Fulano de Tal (aquí, el nombre del ausente), fora és.
Ángels que l'acompanyen trenta y tres.
Que ni siga mort ni pres.
Ni de contraria siga ofés.
La segua pell que no siga foradà.
La segua sang que no siga derramà.
Axí siga guardat (Fulano...) en este dia.
Com Jesús en el ventre de la Verge María.

Las autoridades locales debieron preocuparse de la seguridad y protección de los vecinos; quizá multiplicando el número de guardas, quizá creando algunos guardas especiales, como hicieron otros pueblos del Valle de Albaida, como los llamados "miñones", en Castellón de Rugat(3). En distintas comarcas fueron creándose organismos armados, como los somatenes y otros.

El Duque de Ahumada Fco. Javier Girón, que en 1844 fundó la Guardia Civil, primer cuerpo de seguridad pública que se implanta en España a nivel nacional. Ilustración de un artículo de Jesús Núñez

Hubo entonces necesidad de que el Gobierno creara en cada provincia "compañías francas", al mando de militares retirados pero insuficientes; las autoridades se vieron obligadas a designar fuerzas del ejército. Por fin se creó la Guardia Civil, por Decreto de marzo de 1844, fuerza armada de infantería y caballería bajo el Ministerio de Gobernación. La organización del cuerpo se debe al mariscal de campo don Francisco Javier Girón, duque de Ahumada. Tenían que transcurrir bastantes más años para que su aportación a la paz social le valiera el nombre de Benemérita.


LES PARTIDES


Si el bandolerismo clásico fue disminuyendo a medida que terminaba el siglo XIX, una nueva clase de perturbaciones tuvieron que soportar los ayelenses, como otros muchos pueblos de la comarca, por la actuación de lo que entonces se llamaban "les partides".

Les partídes fueron una secuela de las guerras carlistas, cuyo origen, como sabemos, fue la famosa Pragmática de Felipe V que excluía del trono español a las mujeres. Derogada por Fernando VII (que de sus cuatro matrimonios no había tenido más que dos hijas), no fue acatada por su hermano, el infante don Carlos María Isidoro, que, como segundogénito de Carlos IV, se creía con derecho a reinar en España.

Se enfrentaron entonces las dos Españas: la tradicional, llamada legitimista, partidaria de don Carlos, y la reformista o liberal, partidaria de Isabel II, reina desde la muerte de su padre, Fernando VII.

De la primera guerra carlista, que duró siete años (1833-40) y que se desarrolló desde el Maestrazgo hasta el norte de las provincias de Navarra, Vascongadas y Cataluña, no queda noticia de que nuestro pueblo sufriera de algún modo las consecuencias de aquella contienda. Tampoco de los sucesos a los cuales los historiadores llaman Segunda Guerra Carlista (desembarco del conde de Montemolín en San Carlos de la Rápita, en 1860).

Pero sí queda la tradición de lo ocurrido en los pueblos de nuestra zona durante la tercera y última de estas guerras, a partir de 1872.

Sabido es que las tropas carlistas se nutrieron, sobre todo y desde los primeros momentos, de voluntarios, algunos veteranos de la guerra de la Independencia y pocos militares de carrera. Estos últimos fueron los que en mayor número actuaron en la primera de estas guerras, muy escasamente en la última, de 1872, cuyo teatro de operaciones se extendía por las provincias de Valencia, Tarragona, parte de Zaragoza, Guadalajara y Cuenca (zona que había controlado el famoso Cabrera en la guerra de siete años). Lo que los historiadores llamaron "zona centro".

Aunque el cuartel general de don Carlos tuvo siempre nombrado un comandante general para esta "zona centro", la actuación bélica de la misma estuvo siempre en manos de jefes-cabecillas, más o menos prestigiosos, que, seguidos de sus secuaces, realizaban marchas audaces, sorprendiendo a los pueblos, a los que exigían hombres para sus partidas, dinero, víveres, caballos, armas, etc., así como pagos de contribución debida al Estado. "Cobrar un ters de contribusió y demanar diners als richs del poble" era lo corriente, según contaba una vieja señora de mi familia(4) contemporánea de aquellos sucesos.

No es de extrañar que los vecinos que tenían algo que perder, en cuanto tenían noticia de que alguna de aquellas partides se acercaba al pueblo, huían a esconderse en el monte(5).

"Parece —dice un historiador de estas guerras— como si los jefes carlistas del Centro no tuvieran otra finalidad que la de vivir sobre el terreno." La historia conserva el nombre de algunos de aquellos cabecillas: Cucala, Santés, Segarra, etc.; pero ninguno llegó a la fama de Cabrera.

Daguerrotipo del general Ramón Cabrera realizado en 1850. Fuente: Wikipedia

Pero no todo eran saqueos de pueblos. A final de 1873 tuvo lugar el encuentro más sangriento de toda esta tercera guerra: el de Bocairente, en cuyas proximidades se enfrentaron la partida de Santés (que había estado merodeando por Canals, Albaida y Onteniente) con la brigada de Weyler. En la refriega los liberales perdieron hasta sus cañones, y con cargas a la bayoneta los carlistas quedaron dueños del terreno. Santés, que después de este éxito se quedó sin municiones, se retiró a Chelva, que era su cuartel general(6).

En Bocairente queda aún un recuerdo muy vivo de esta batalla.


LA GUARDIA CIVIL Y LA POLICIA MUNICIPAL.


Reorganizada en 1876, se preveía a la Guardia Civil como "policía de campo", pero tenían que contribuir a su financiación los municipios. Para entonces ya el propiamente bandolerismo clásico no existía como tal, aunque era necesario cuidar lo que hoy llamamos orden público.

Como sabemos, la Guardia Civil llegó a Ayelo muy tarde, bien entrado el siglo XX, aproximadamente en 1914, lo que no quiere decir que nuestro pueblo no estuviera protegido por los individuos de esta institución residentes en localidades cercanas a la nuestra. Pero en lo que se refiere al campo, la guarda de cosechas, etc., eran los guardas municipales, nombrados por el municipio y pagados por los vecinos, los que tenían a su cuidado la vigilancia del término. Por cierto, que eran muy respetados; podían imponer multas e infundían temor a los ladrones de cosechas. Iban provistos de una escopeta de dos cañones y su misión era recorrer el término durante el día.

La guarda del pueblo, estricta, es decir, la que constituía la totalidad de las viviendas, estaba encomendada a otros dos funcionarios municipales: el aguacil y el sereno, que también hacía (este último) el oficio de enterrador.

El aguacil recorría el pueblo y sus afueras durante el día; los ayelenses que han pasado el medio siglo recuerdan al tio Sento el aguasil, provisto de un gran garrote y de una voz estentórea y que era el terror de la chiquillería revoltosa, que huía al atisbar su presencia. El sereno vigilaba el pueblo de noche; llevaba un largo y fuerte palo terminado en lanza o punzón, seguramente para defenderse de los posibles perros rabiosos, palo que utilizaba como bastón, golpeando contra el suelo; aquellos golpes aseguraban a los vecinos que su calle era vigilada. El sereno, además, se detenía en cada esquina y cantaba la hora y el tiempo, comenzando por una invocación a la Virgen. Cantaba así: "Ave María Purísima. La una (o las dos, etc.). Nublado (o lloviendo, o sereno)."

Octubre de 1925. Bendición del nuevo local de la Guardia Civil por el Cardenal Benlloch. Foto: Arxiu Fotogràfic de la Biblioteca Degà Ortiz.

La Guardia Civil llegó a nuestro pueblo, como hemos dicho alrededor de 1914 y fue instalada en el local de la calle Honda, que habían dejado las monjas de la Beneficencia, que ya habían inaugurado el nuevo edificio en el Ensanche. Más tarde pasaron los guardias y sus familias a la hoy casa propiedad de los herederos del médico, don José Juan Requena; hasta que en 1925 pasaron al cuartel nuevo, sito en la Av. del Santísimo Cristo. La bendición del local tuvo lugar el día 25 de octubre de 1925, con asistencia de las autoridades provinciales y locales y la presencia de Su Eminencia el cardenal Benlloch, que actuó en la ceremonia bendiciendo el local.

Mª Ángeles Belda

NOTAS:

(1) GARCÍA CÁRCEL: La revolta de les Germanies, Valencia, 1981, p. 48.
(2)Doña Enriqueta Liñana Bataller cuenta (noticia transmitida por su madre) que dos individuos de la familia de esta última señora fueron víctimas en Ayelo de los roders o bandolers. Uno de ellos, al salir después de cenar de la tertulia de su amigo Barber, llamado Mahó, pese a que iba acompañado por un criado, fue acuchillado y muerto en plena calle. Don José Ramón Juan Cerdá (el organista), que murió en 1955, a los noventa y seis años, contaba a sus hijos cómo en casa, hoy propiedad de su nieto don Enrique Juan Requena, fue asesinado su dueño, degollado por los roders, sobre una mesa. Esta víctima era uno de los parientes de doña Enriqueta Bataller
(3)PASTOR ALBEROLA: Castellón de Rugat: Estudio histórico-geográfico, Valencia, 1973.
(4)Esta señora era mi abuela doña Rafaela Ortiz Vidal, de Soler, que vivía en la hoy casa número 7 de la calle de San Bartolomé de Ollería, y a la que oí contar que un famoso jefe de partida carlista invadió en cierta ocasión su casa para convertirla en su cuartel general durante veinticuatro horas.
(5)Esto es lo que en cierta ocasión, y ante la llegada de una partida carlista, hicieron mi abuelo Miguel Belda Galiana y sus amigos. Huyeron al monte, posiblemente a los pinares del Campello. Llegados a Ayelo los carlistas, y enterados que los principales contribuyentes habían huido, secuestraron a sus mujeres en número de siete y las llevaron aOllería, a pie, de noche y lloviendo. Al día siguiente los carlistas exigieron para liberarlas mil reales por cada señora, cantidad que los maridos se apresuraron a pagar.
(6)OYÁRZUM, R.: Historia del Carlismo. Según este historiador, Cucala fue el más cruel de los jefes carlistas de este período, porque les partides no sólo vivían sobre el terreno. A veces fusilaban a liberales vencidos en sus encuentros.

martes, 26 de abril de 2011

Una història de la Botelleria d'Aielo de Malferit (I)



SOBRE LA FUNDACIÓ DE LA FÀBRICA DE XAROPS I DESTIL·LERIA D'AIGUARDENTS I LICORS D'AIELO DE MALFERIT
per
 Joaquín Juan Mompó Mompó 

La fàbrica de xarops i destil·leria d'aiguardents i licors d'Aielo de Malferit va començar a elaborar productes cap a l'any 1880, però va ser constituïda oficialment pels senyors Bautista Aparici, Ricardo Sanz i Enrique Ortiz el 2 d'abril de 1895, davant del notari Francisco Maylín Galbis, de l'Il·lustre Col·legi de València, que era veí i residia en la vila d'Aielo. La raó social era "Aparici, Sanz y Ortiz", establida a "Ayelo Malferit". Cada soci féu un lliurament de 5.000 pessetes, de manera que sumaren per a iniciar un capital de 15.000 pessetes. Consta que el 1899 s'anunciaren en premsa, possiblement en el diari "Las Provincias". Aquesta fàbrica va ser la primera o segona inscrita en la província i destacava per la cura en l'elaboració dels seus productes i el reconeixement que aconseguí en tot el mercat espanyol.

Sabem que començà a confeccionar productes perquè quan concorregué aquesta companyia a l'Exposició Regional de València el 1906 publicà una comunicació que afirmava que "Esta casa, que cuenta con una existencia de veintiséis años, es una de las que gozan de más sólida reputación de ámbito nacional." D'això es dedueix que la fàbrica va començar a treballar el 1880, és a dir, quinze anys abans del seu registre en notaria.


Enrique Ortiz Garrigós, propietari de la fàbrica entre els anys 1880 i 1913.

Els tres socis es repartiren la faena dins de la fàbrica: el senyor Aparici es dedicava a la venda fora de la fàbrica, i pareix que en algun viatge a l'estranger, possiblement a Amèrica, aconseguí una quantitat de nous de kola i fulles de coca, que els natius menjaven, i les portà a Aielo. En la fàbrica feren assaigs i composicions fins que obtingueren un licor que, mesclat amb canella perquè no resultara tan sec, es denominà amb el nom deis components: "Nuez de Kola Coca". Podria ser que algun frare caputxí de l'Olleria els donara la idea, com ocorregué després amb el licor "Noyo" que, al no agradar, passà a ser un licor més de repertori. El "Potosí", nom que probablement suggerí el frare caputxí, també va sofrir la mateixa sort i deixà de fabricar-se. No obstant això, la "Nuez de Kola Coca" la continuaren fabricant i tingué prou acceptació, per la qual cosa la registraren aproximadament dos anys després de vendre-la, com a beguda i reconstituent, el 17 d'octubre de 1903. Aquesta propietat saludable la certificaren els doctors Vicente Peset, Vicente Guillem i Agustín Trigo, amb un segell del "Instituto Médico Valenciano ", en què recomanaven aquesta beguda com a higiènica i tònica per a les persones delicades: "Tómese una copita después de cada comida". També meresqué aquest licor en 1904 un pergamí certificat que admetia la seua exquisitat, amb reconeixement oficial del " Colegio Oficial de Médicos de Madrid". Els sistemes d'elaboració dels productes eren la maceració, la destil·lació i el bany de Maria. Situant-ne la fundació de facto el 1880, és factible que durant aquells anys de finals del segle XIX es donaren a conèixer els productes de la destil·leria d'Aielo i que s'iniciaren les presentacions en concursos i exposicions.


Batiste Aparici, un dels tres socis fundadors de la Botelleria, en una foto de la dècada de 1920

El senyor Aparici visitava les províncies d'Albacete i Ciudad Real. Durant els seus viatges nomenava agents comercials i obtenia bones vendes, sobretot en xarops. Aquest producte era el més important en un principi, ja que, abans de l'aparició dels refrescs embotellats, era el que més se servia en els bars.

Per llavors, la zona vitivinícola espanyola sofrí l'atac de la fil·loxera, declarada el 1888 "plaga nacional", per culpa de la qual el sector de Castella-La Manxa s'havia arruïnat. Això motivà que el senyor Aparici eixira a l'estranger, i en una estada que realitzà a França a fi d'adquirir cultius de vinya immunitzats, entaulà amistat amb el viticultor senyor Richter, que li donà a conèixer, amb gran interés de l'empresari valencià, les varietats de cep 99/R, 110/R i 67/R. D'ací sorgí una amistat que portaria el viticultor francés a Aielo, i també el gran negoci del "barbat".


Amb la idea d'expansió comercial concorrien a totes les fires, gràcies a la qual cosa obtingueren els següents premis, que ordenem per anys: 1883, medalla de plata de la " Exposición Regional Valenciana (Amigos del País)"; 1889, medalla de plata de la "Exposition Universalle" de París; 1889, medalla d'or del "Institut Scientifique Européen. Fondeé a Smyrne 1849"; 1889, medalla d'or i diploma del III Saló Culinaire" de París; 1889, medalla d'or i diploma de la "Exposition Universalle du Mérit de París i Musee de Jeanne d'Arc. Miembros de Honor del Jurado de Jerusalem"; 1889, gran creu i diploma "d'Honeur de París" (Madrid); 1890, medalla d'or i diploma de la "Exposition Culinaire et Grand Concours d'Alimentation Genérale" de la vila de Burdeus ; 1891, diploma de la "Exposition Concours International de la vila de Brussel·les; 1892, el 29 de novembre, se li concedeix l'autorització per a poder utilitzar l'escut reial i el títol de " Proveedores de la Real Casa " en les cartes, etiquetes i factures, per la reina regent, la senyora Maria Cristina d'Austria; 1901, medalla d'or de la "Exposizione Campionaria Mondiale" de Roma; 1901, medalla d'or i diploma d'honor del "Concours Egyptien de Produits Espagnols" d'Alexandria; 1903, la creu de la "Exposition Internationale de París"; 1905, diploma de la "Exposition International du Travail de París;  1908, medalla d'or de la "Exposición Hispano-Francesa" de Saragossa; 1909, diploma del " Concurso de Industria y Comercio" de Barcelona; 1909, diploma de la "Exposición Regional Valenciana" de València; i 1910, medalla d'or de la "Exposición Nacional de València.


En l'any 2008 l'oficina encara conservava molts elements de la de principis del segle XX. Foto: Noelia Vidal.

Hem vist, doncs, que la destil·leria concorria a nombrosos concursos i exposicions, tant espanyols com estrangers, i així va anar guanyant-se el reconeixement dels seus productes, com ho certifiquen els guardons enumerats adés.

Al desembre de 1897 se separaren els senyors Aparici i Sanz, i s'instal·laren al número 2 del carrer de Sant Francesc d'Aielo en un primer moment. Donaren d'alta una nova societat el 18 de setembre de 1899, i manifestaren que estaven establits allí des de gener de 1898. Més tard, el 1900, es van traslladar a Xàtiva i donaren de baixa la fàbrica i destil·leria que tenien a Aielo. Allí s'allotjaren en un sòlid edifici de nova construcció, conegut com la casa Sanz, en els baixos de la qual instal·laren la fàbrica de xarops Aparici i Sanz. Aquesta fàbrica es mantingué en funcionament durant diversos anys, fins que el senyor Aparici arreplegà la seua part de capital i tornà a Aielo, on es dedicà a les vinyes americanes.

Mentrestant, Enrique Ortiz havia adquirit les participacions dels altres dos ex-socis. Les causes de la separació no són ben conegudes, però pareix que com que guanyaven molts diners i Ortiz n'estalviava més, sorgí alguna enveja entre ells. Però els senyors Aparici i Sanz, després de la separació, es veren amb la dificultat de no poder comercialitzar els seus productes per problemes de marca. En separar-se, Ortiz fundà, al voltant de 1900, una societat en què els nous socis haurien de proporcionar els mateixos cognoms que tenien els anteriors, però sense aportar-hi capital; els socis van ser Carlampio Sanz i Bautista Aparici Gascó. Figuraven comercialment com "Ortiz, Aparici y Sanz", no com "Aparici, Sanz y Ortiz", que era el nom tradicional de la botelleria. Els socis inicials, en una publicitat de 1900, avisaven així als clients: "No confundir esta casa con la que ha constituido el que antes fue nuestro socio con un albañil y un trabajador del campo, los dos últimos desconocedores por completo de este oficio.".

El 1909 Enrique Ortiz oferí al seu amic Joaquín Juan Mompó, propietari d'una destil·leria d'alcohol vínic que li subministrava la matèria bàsica per a la fabricació dels seus productes, que considerara si li interessava fer societat amb ell. Per a això, si hi estava d'acord, crearien una nova societat que es diria "Ortiz y Juan Mompó", prèvia dissolució de l'altra. Ho portaren a terme el 1910: crearen la "Fábrica de Licores y Jarabes de Ortiz y Juan Mompó", domiciliada a la plaça de Sant Joaquim d'Aielo o plaça del Palau, amb aportació al 50 % del capital. La fabricació i venda l'assumiria el senyor Ortiz, i l'administració i direcció aniria a càrrec de J. Juan Mompó. Decidiren respectar la mateixa plantilla, si bé s'ampliaria el personal d'oficines i viatjants, que hauria d'anar formant-se. Nomenaren, com a encarregat d'alambí, Rafael Ortiz Sanz, "el ratllat", més quatre germans seues. Pareix que a Aparici i Sanz li degueren fer una oferta de millor sou des de Xàtiva, i Rafael Ortiz se n'anà amb ells, fins que aquesta empresa va fer fallida i aquest es trasllad a Castelló de Xàtiva i en terrenys propis construí una nau i muntà allí la seua pròpia fàbrica de licors i aiguardents, amb la denominació de "Destilería Colón", empresa que desaparegué.


Joaquín Juan Mompó, propietari de la fàbrica durant el període entre 1913 i 1922.

Des de llavors i fins a 1913 formaren societat Enrique Ortiz i Joaquín Juan Mompó. Acordaren contractar, cada un, un empleat de confiança. Aquest nomenà el 1912 com a oficinista i viatjant a José Llovet Monzó, de València, que havia treballat de caixista en Las Províncias, conegut per un amic franciscà d'Ontinyent. De 35 anys, era una persona de certs coneixements com a escrivent. Posteriorment va eixir de viatge per oferir els licors que portava detallats en un full de ruta en les províncies d'Albacete i Múrcia, acompanyat per un conductor. L'altre empleat que entrà en l'oficina era José Ortiz Pinter, fill d'Enrique Ortiz. Hi havia altres dos escrivents, i fora, en la fàbrica, treballaven dos operaris i huit dones, governades per una de més edat o encarregada.

Aprofitant la relació de Joaquín Juan Mompó amb l'administrador o procurador del marqués de Malferit, es desplaçaren un dia de 1911 a València i intercanviaren impressions. La finalitat del desplaçament era sol·licitar que els arrendara, per a ampliar el negoci, una casa contigua a la que ja tenien arrendada. El marqués els digué que els faria saber la sena decisió per mitjà del procurador, atés que la quantitat de garrofes que allí emmagatzemava era elevada i hauria d'aconseguir un altre local per a emmagatzemar-les, i això suposaria una despesa que caldria calcular. També els explicà que la segona casa estava trenta-cinc centímetres més alta, així com la porta que dóna a la plaça de Sant Joaquim. I que davall existia una cova. Per a condicionar-la com a celler la buidaren des de la plaça i alçaren el pis i el reforçaren amb arcs de mig punt i amb pilars. També col·locaren unes gerres de fang cuit soterrades sobre una mitat, amb una capacitat de 500-550 litres cadascuna (o quaranta-sis arroves valencianes cadascuna: 9.300 litres o 782 arroves en dèsset gerres) i feren respiradors i un corredor lateral per a eixir al pati de la nova casa llogada. El pati comunicava amb l'almàssera. Tot el bloc que ocupava, i ocupa, la fàbrica tenia, per tant, un mateix amo: el marqués de Malferit.

Passat un temps, l'administrador o procurador els féu saber que era intenció del marqués que l'any 1913 disposaren del local, i així es féu en el mes de gener d'eixe any. Coincidí açó amb la proposta que realitzá el senyor Ortiz al seu soci Joaquín Juan Mompó perquè es quedara la seua part del negoci, perquè estava molt cansat i no veia continuïtat familiar en la fàbrica. No obstant això, el nomenava tutor del seu fill Pepe Ortiz Pinter, i li pregava que el mantinguera com a oficinista i que, quan el jovençà volguera unir-se, li lliurara una quantitat en efectiu que li deixà. Durant l'any 1913 es féu la cessió de tota l'empresa al senyor Joaquín Juan Mompó, qui quedà com a amo.


Un dels antics llibres de comptabilitat. Foto:Noelia Vidal.

El senyor Juan Mompó, per a quedar-se la part del senyor Ortiz, hagué de recórrer al seu oncle Juan Bautista, que va ser qui li deixà el capital necessari. El senyor Ortiz posà al corrent el seu soci i únic propietari a partir de Ilavors, J. Juan Mompó, en la fabricació i formulari dels diferents productes que s'elaboraven.

Alhora, en assabentar-se el senyor Sanz des de Xàtiva que aquell s'havia quedat la fàbrica, s'oferí a ajudar-lo si tenia algun dubte, perquè el considerava un bon amic. Arran de la creació de la societat "Ortiz y Juan Mompó" (1910), s'havien revisat totes les patents per mediació de la casa Hongria de Madrid. Es posaren totes al dia incloent-hi la "Kola" i l"Anís Ayelo", que passà a ser la marca principal de la fàbrica, encara que amb un altre tipus d'etiqueta, que és el mateix que s'empra en l'actualitat. També cal recordar que desaparegué la referència als tres socis fundadors de sobres, cartes, rebuts i etiquetes, i que es deixà d'utilitzar com a insígnia de l'empresa l'"Anís Celestial", que en l'exposició de 1890 celebrada a Madrid, en què obtingueren la medalla d'or, havia rebut un especial reconeixement, plasmat amb la següent inscripció que es llig en el revers del diploma: "Elaboración especial del exquisito Anís Celeste. No habréis probado cosa mejor". A pesar d'això, els dos fabricants mai no utilitzaren la denominació "Anís Celeste", perquè sempre l'anomenaren "Anís Celestial". A més, el producte estrella passà a ser l' "Anís Ayelo", el nom del qual apareixia en les etiquetes sobre un dibuix de la destil-leria d'alcohol que, després de 1915, es donà de baixa i es desmantellà.

Joaquín Juan Mompó Mompó. Publicat en la revista Almaig de l'any 2003.

viernes, 22 de abril de 2011

Preparatius de la Processó de Divendres Sant





Divendres Sant ha arribat desprès d’una setmana de passió. És el dia d’una de les processons més importants. Portem uns dies amb núvols negres i  el primer que es fa es mirar el cel. Ho fan sobre tot els confrares, en Aielo els de la confraria de Jesus Nazareno i Nuestra Señora de los Dolores, i els de la confraria del Sant Sepulcre, tots ells encarregats de les imatges que han de desfilar.

Dies abans és un no parar. Tot acte necessita d’unes faenes prèvies que passen desapercebudes per a la majoria i que són necessàries, estes festes de Setmana Santa i tots els actes que es fan, no són una excepció.

Les andes s’han de traslladar, passen tot l’any guardades a una cotxera i ara s’han de utilitzar, es traslladen a l’església i es lleva la pols de tot un any, cal deixar-les ben netes per poder fer l’honor, amb dignitat, de portar al Crist i a la Verge.

Els confrares revisen les vestimentes que es posaran en la processó, tal volta cal repassar els botons o renovar cordons, són detalls que no es veuen fins l’últim moment, quan es trau de l’armari la túnica i la capa que lluiran. A les clavariesses, les vorem elegantment vestides de negre amb mantellines acompanyant a la Dolorosa.




I ja afrontant les darreres hores, divendres matí, cal fer els preparatius finals i enllestir els últims detalls. A l’església hi ha nervi, confrares d’una i d’altra germandat van d’un costat a altre, adornat les imatges com cal,  netejant de nou les andes perquè no s’ha de deixar ni una busqueta de pols.

Arriben les floristes amb precioses composicions florals. Quina meravella de flors, quin art per engalanar les imatges!. Este és un aspecte en el que es veu l’evolució en el temps, cada any es fan rams més bonics, més assortits... quina varietat, si mirem enrere fa uns trenta anys s’adornava amb clavells i poc més. També el pas del temps ha fet que les imatges desfilen portades pels membres de la Confraria, des de l’any de la seua constitució en la dècada dels anys 1980, abans feien de costalers devots i voluntaris que portaven la imatge a muscles. Altre canvi evident és la manera d’enllumenar-ho. En l’actualitat s’usen bateries que donen llum i així augmentar la seua grandiositat, abans era habitual vorer davant les andes un home carregat amb fil de la llum que anava connectant als endolls del carrer.




Una vegada les flors al seu lloc, les imatges pareixen altres, es mira de nou tot, si les flors estan col·locades com deuen, si les teles que cobreixen les andes estan posades correctament... En eixe moment uns confrares s’adonen que una de les teles no està com toca estar, s’ha de llevar tota i col·locar-la altra vegada i no és fàcil, la tela està massa ajustada.

I parlant de teles... de nou els confrares miren cap al cel i malgrat haver eixit el dia amb un sol radiant veuen apropar-se per l’estret d’Aielo uns núvols negres amenaçadors. I com val més prevenir que curar es veu com, per si de cas, preparen uns plàstics per tapar les imatges si apareix la pluja sobtadament a meitat de la volta de la processó. Tampoc seria res estrany, el pronòstic de l’oratge ho prediu i a més estem a la primavera i al mes d’abril, és el temps de ploure i  bé que s’agraeix eixa aigua per al camp.




Quin goig vore este moviment, esta devoció demostrada amb treball desinteressat!. I quin goig vore alhora com entre tant de rebombori i soroll, controlat i vigilat pel senyor retor que no perd detall, es manifesta la devoció d’altra manera, la més privada i personal. Hi ha dones que sense fer cas del soroll provocat entre tantes anades i tornades d’un costat a l’altre de l’església, resen silenciosament a la capella, al monument adornat amb les palmes del diumenge de Rams. Abans ja han visitat el monument instal·lat a l’ermita del Calvari on es troba altra imatge del Crist Jacent, els devots li han resat i l’han acompanyat un ratet.

En un lloc i en l’altre s’abstrauen de la realitat més mundana que els envolta per capficar-se en  el seu diàleg personal amb Déu i compleixen amb els precs, perquè a la fi, no s’ha d’oblidar que hui és Divendres Sant, i és jornada de dol.



I al final el temps va escampar i la processó d’este any 2011, va començar i va poder acabar.

Mariló Sanz i Mª Jesús Juan. Fotografies de Noelia Vidal.

miércoles, 20 de abril de 2011

Recuerdos de un médico de Ayelo de Malferit (II)



Una vez había terminado el curso de doctorado, y como habían sido convocadas en ese año de 1936 las oposiciones de médicos titulares de A.P.D., decidí presentarme a ellas; de tal forma que fue precisamente en el mes de julio cuando terminé el último ejercicio de las mismas. El sábado día 12 de ese mismo mes unos falangistas asesinaban al teniente Castillo, y pocas horas después lo era también el diputado de la derecha monárquica Calvo Sotelo (yo me enteré después de que para dicho asesinato había sido utilizado un coche-furgoneta de los que utilizaban los guardias de asalto del cuartel de la plaza de Pontejos; plaza en donde, como ya he dicho, estaba la pensión en la que yo residía). Como la situación en Madrid no presagiaba nada bueno, y además yo ya había terminado los ejercicios de A.P.D., pensé que lo mejor era irme a Casas Ibáñez para pasar allí los días calurosos del verano.


Plaza de Pontejos en Madrid, donde estaba la pensión en la que yo residía el año 1936. Foto: colchonero.com 

Así pues, el mismo viernes día 18 me dirigí a la estación del Mediodía para coger el tren con destino a Albacete, dándose la circunstancia de que había huelga del personal ferroviario, aunque el gobierno había movilizado a los soldados de ferrocarriles para que se ocuparan de sus funciones. En la estación había una gran tensión por todo esto, y al tren con destino a Albacete subimos muy pocos pasajeros. El tren salió de Madrid conducido por soldados como he dicho, y al llegar a la estación de Getafe vimos que las vías estaban ocupadas por un numeroso grupo de huelguistas, y a lo largo de los andenes guardias civiles con los fusiles apuntando; el maquinista del tren redujo la velocidad, y tras unos momentos de incertidumbre, hizo sonar con toda su intensidad el silbido de la maquina sin que está se detuviera, de tal forma que, finalmente, la gente que ocupaba las vías se apartó y el tren pudo continuar su marcha. También al pasar el tren por Villarrobledo pudimos observar una columna de humo que parecía provenir del edificio del Ayuntamiento. El tren apenas se detenía en ninguna estación, por lo que la llegada a Albacete fue antes de lo previsto; de allí tomé el autobús hasta Casas Ibáñez. 

Cuando llegué a mi pueblo, mi familia me confirmó que había habido una sublevación militar en contra del régimen constitucional de la República por parte del ejercito destacado en Marruecos; sobre lo cual recuerdo que les comenté que, en mi opinión, dicha conspiración en contra de la República no iba a salir fácilmente triunfante, y que el gobierno de la República tampoco iba a sofocarla rápidamente como había sucedido con la de Sanjurjo algunos años antes.

En efecto, pasados los primeros días desde la sublevación ya se vio que entrábamos irremediablemente en una cruenta guerra civil. Yo tenía el grado de alférez con el que había terminado el servicio militar, así que tomé la decisión, a pesar del disgusto de mi madre (mi padre había muerto unos meses antes), de incorporarme a alguna unidad militar tras el llamamiento hecho por el gobierno de la República. De esta forma volví en la segunda quincena de septiembre a Madrid para presentarme en el Cuartel General del Ejercito, consiguiendo que me destinaran al Cuerpo de Sanidad Militar que era lo que yo quería. Como tal oficial-médico me incorporé a la columna del coronel Escobar, la cual trataba de fortificar la defensa de Madrid en los accesos a la carretera de Extremadura y la Casa de Campo. La situación de Madrid era ciertamente desesperada ante el avance de las tropas sublevadas que ya prácticamente la tenían sometida a un asedio; no obstante, en aquellos días de octubre y noviembre Madrid resistió con firmeza, siendo yo uno más de los testigos y protagonistas que vivieron aquello. Luego llegaron refuerzos (las Brigadas Internacionales llegaron por entonces), y el frente de Madrid quedó estabilizado.

En Madrid en plena Guerra Civil (año 1937). Con el automóvil de Sanidad
En el año 1937, cuando el gobierno de la República reorganizó el ejército, la unidad a la que yo pertenecía pasó a ser la Brigada 43; y con ella estuve a finales de ese año en el frente de Teruel, en donde, aparte de las tremendas heridas de guerra, tuvimos que hacer frente a las congelaciones provocadas por el intenso frío. Luego estuve, ya como comandante-médico, en el Cuartel General del ya entonces general Escobar en el frente de la zona centro (por Pozo Blanco y su línea de frente). Cuando, finalmente, terminó la guerra en abril de 1939, yo me hallaba por Piedra Buena con los restos de mi unidad (había quedado rota la
línea de frente de Almadén). De allí fuimos a pie hasta Ciudad Real, siendo tomados prisioneros, y a continuación encerrados en la plaza de toros; luego, como yo hice notar mi condición de oficial, fui trasladado al casino de esta ciudad en donde permanecían detenidos los militares de graduación. Pocos días después se nos trasladó en tren a Madrid.

Cuando llegamos a Madrid fuimos conducidos al antiguo convento de San Antón, convertido al efecto en prisión. Allí pasé unos 15 días en las condiciones más horrorosas que cabe imaginar: las celdas estaban tan atestadas de prisioneros que apenas podíamos movernos. A continuación fuí trasladado al antiguo colegio de franciscanos de San Fermín de los Navarros, también convertido en prisión eventual (se llamaba "prisión del Cisne"por estar en la calle de este nombre) para militares de graduación y personalidades políticas de alguna distinción; allí estaba, por ejemplo, D. Julián Besteiro, que había sido presidente de las Cortes durante la República, así como también Manuel Sanchís Guarner, que más tarde sería el conocido escritor y filólogo valenciano. Pronto comenzaron los juicios sumarísimos, con numerosísimas condenas a muerte que se ejecutaban inmediatamente. Un día fui citado por el tribunal para declarar, y poco después me fue comunicado que había sido condenado a seis años de prisión por el delito de no haber secundado la sublevación. Condena que comencé a cumplir en la misma "prisión del Cisne".


Prisión del Cisne en Madrid, donde Raimundo Goberna cumplió condena  durante nueve meses acusado de no haber secundado la rebelión. Foto: Javier Quiñones Pozuelo

A los nueve meses aproximadamente de estar en aquella prisión, hay una conmutación de penas y obtengo la libertad: era la navidad de 1939. En mi pueblo de Casas Ibáñez ya no quedaba nadie de mi familia, la mayor parte de la cual se había trasladado a Valencia a consecuencias de la guerra; por esto, desde Madrid me dirigí directamente a Valencia. Una vez allí mi mayor preocupación fue la de cumplir los requisitos necesarios para poder trabajar como médico en la nueva situación; así, lo primero que hice fue ir al Colegio de Médicos de Valencia para formalizar mi colegiación, enterándome allí de que mis derechos en el escalafón A.P.D. que yo tenía antes de comenzar la guerra, ya no me eran reconocidos, aunque podía optar de forma interina a alguna de las muchas plazas vacantes en los pueblos de la provincia. 

En efecto, fui a la nueva Jefatura de Sanidad, y allí me ofrecieron una lista de pueblos en los que había plaza de médico vacante. Al examinar dicha lista fue cuando me tropecé con el nombre de Ayelo de Malferit, y al instante recordé que encima de la chimenea de mi casa de Casas Ibáñez había habido, desde siempre, una magnífica lámina con una buena reproducción del cuadro "los borrachos" de Velázquez, la cual tenía en un ángulo y en letras pequeñas la leyenda siguiente: "Fábrica de Licores de Aparici, Sanz y Ortiz; Ayelo de Malferit (Valencia)"; así que pregunte por donde estaba aquel pueblo, y me respondieron que pertenecía al área de Onteniente. Yo consideré que aquel podía ser un buen pueblo adonde ir, de tal forma que el 17 de enero de 1940 escribí una carta al ayuntamiento de Ayelo con el fin de interesarme por las condiciones de la plaza de médico que allí estaba vacante. Con fecha del día 18 de ese mismo mes me respondió el alcalde de lo que entonces se llamaba "Ayuntamiento Nacional de Ayelo de Malferit" y que era D. Miguel Colomer. En esta carta, escrita de forma muy cortés me decía, entre otras cosas, que el pueblo tenía casi 3.000 habitantes, que estaba dotado con dos plazas de médico (una de ellas en efecto vacante) de 3.000 pesetas anuales cada una, pero que me podía asegurar que rni sueldo sería mayor en concepto de "igualas" por la costumbre que había de esto en el pueblo, de lo cual él podía dar fe por su experiencia de años atrás; por todo ello me animaba a solicitar dicha plaza.


.../... continuará

Raimundo Goberna. Opúsculo publicado por el Ayuntamiento de Aielo de Malferit en 1990.


domingo, 17 de abril de 2011

Aielo de Malferit. Imatges de vida









Divendres 15 d'Abril, a l'edifici de la biblioteca s'ha presentat l'últim llibre de la col·lecció Biblioteca Degà Ortiz i Sanz, "Aielo de Malferit. Imatges de vida". Esta presentació estava emmarcada en els actes i activitats realitzats amb motiu de la 32ª Setmana de la Lectura i ha comptat amb una nombrosa participació de públic, fins al punt d'omplir la totalitat del recinte que s'ha mostrat xicotet per a albergar a tots els interessats en el llibre, tal i com s'aprecia en les fotos que acompanyem.

Podem dir que este llibre és una obra col·lectiva per partida doble. Per una banda estan els autors, que són un grup molt conegut en este blog perquè tots formen part de l'equip de redacció d'Història d'Aielo de Malferit, i per altra, estan els protagonistes, que no són altres que tots els aieloners que apareixen en este recull de fotos, units pel vincle natural i social d'haver nascut o viscut a Aielo de Malferit i haver contribuït amb les seues vides i afanys a fer el poble que ara som.


Els autors en un moment de la presentació del llibre . D'esquerra a dreta: Mª Jesús Juan, Rafa Morant, Noelia Vidal i Mariló Sanz.


"Aielo de Malferit. Imatges de vida" és una selecció de 605 fotografies de les més de 3000 que, ara mateix, formen l'Arxiu Fotogràfic de la Biblioteca Degà Ortiz i Sanz. Un fons documental que es va crear en la dècada de 1980 amb la intenció de preservar la memòria gràfica del nostre poble i que, poc a poc, ha anat creixent amb les aportacions de molts aieloners que han prestat les seues velles fotos per a ser digitalitzades i arxivades per a la posteritat.


Les fotos triades volen mostrar el passat d'Aielo i les persones que el van habitar. En veure-les constatem l'evolució en la vida i també l'evolució en el temps que ens fa advertir les diferències i els canvis en transcórrer els anys. La selecció abasta un període comprés des de finals del segle XIX fins a la dècada del 1970 i, donada esta antiguitat, totes són en blanc i negre, encara que trobem algunes que estan acolorides a mà seguint una moda popular en els retrats de principis del s. XX.



La presentació va contar amb una nombrosa participació de públic.

El títol del llibre no és gratuït quan ens parla d'imatges de vida. En totes les fotos apareixen persones que ens mostren un moment fugaç de la seua existència captat per la càmera i congelat en el temps; un instant de vida irrepetible que ja no solament perdurarà en la fràgil i oblidadissa memòria dels protagonistes, sinó que romandrà fixat en una fotografia, testimoni gràfic, mut i fidel d'eixe instant que ja no tornarà. I és així com nosaltres, en obrir este llibre i passejar la nostra mirada curiosa per les seues pàgines, ens convertim en espectadors privilegiats de tantes vides passades com les que es mostren en estes velles fotografies: imatges de vida, de les vides nostres i dels nostres avantpassats. 

I com si fóra una vida, així està estructurat el llibre. Al llarg dels 10 capítols que el conformen assistim a les successives etapes de l'existència: des de la il·lusió de la mare esperant el fill que porta en les entranyes fins al final del camí que arriba per a tots amb la mort, passant pel naixement, l'escola, la innocència de ser xiquet, el primer pas cap a l'edat adulta, la responsabilitat de complir anys i les arrugues que dóna l'experiència.

"Aielo de Malferit. Imatges de vida" no és tan sols una recopilació de fotografies, sinó que compta amb uns textos de Mariló Sanz que, com bé diu ella al pròleg, "... són utilitzats per ajudar a entendre la imatge que estem veient i l'etapa de la vida que mostra, alhora que pretén transportar-vos al passat en recordar aspectes i curiositats ja oblidades per molta gent.". A més d'estos textos que contextualitzen les fotografies de cada capítol, també estan els peus de fotos que expliquen les imatges o identifiquen, quan se sap, els personatges. Tasca esta més complicada quan més antiga és la foto i que en alguns casos no s'ha pogut fer perquè els mateixos propietaris desconeixien esta informació.

Després de llegir els textos i contemplar este recull de velles i entranyables fotografies, no podem fugir d'un dolç, i alhora trist, sentiment de malenconia en veure tants aieloners que ens han precedit en l'escenari de vida que és el nostre poble, vertader protagonista d'este llibre

Calabuig

viernes, 15 de abril de 2011

Algunes consideracions sobre el llibre d'Abel Soler



Per a mi l'acte d'investigar sobre història, ja siga en la vessant biogràfica com en la social d'un poble, és un acte ètic guiat per la necessitat de saber i de comprendre. Abel Soler s'ha especialitzat en proposar als ajuntaments dels pobles el escriure llibres sobre la història dels mateixos; la corporació sol acceptar pensant en el rèdit de popularitat que tal llibre li donarà; Abel Soler, tot hi ha que dir-ho, sap fer aquestes gestions molt bé. La corporació queda convençuda de que tindran a les mans la història completa del poble, en un producte atractiu per les seues fotografies i qualitat d'impressió.

Però si s'analitza el contingut es pot veure que està format per algunes aportacions de l'autor i per extractes de treballs ja publicats: açò és comprensible ja que ningú pot conèixer tants temes sobre tants pobles, i Abel porta escrits ja un bon grapat de llibres sobre història de pobles de la Vall d'Albaida i, fins i tot, de fora de la Vall. La necessitat de vendre a les corporacions aquests llibres li obliga, no obstant, a tractar de presentar-se com autor de tots i cada un dels temes tractats, per aquest motiu les fotografies no tenen peu de foto amb la informació sobre procedència, ja que hauria de dir que corresponen a treballs d'altres autors.

Un altra manera de fer aquests llibres, des del punt de vista de l'interès de la història del poble, seria fer una antologia de treballs publicats sobre aquesta història del poble, i així poder apreciar una evolució en les aportacions a dita història pels diferents autors. Abel, que dubte cap, fa algunes aportacions que no es poden negar, encara que en ocasions amb conclusions massa categòriques, i així lo relatiu a la inscripció en una pared del Palau, quan afirma que la bassa de Cairent es morisca, quins son els seu arguments?, o quan fica, al peu de la reproducció d'un gravat del temps de les Corts de Cadis, que allí tenim retratat al diputat Pere Aparici i Ortiz parlant de l'abolició del règim senyorial. 

Les aportacions sobre temes del nostre poble sempre seran benvinguts en estudis, però, i Abel ho sap millor que ningú, les aportacions en estudis per erudits no son rendibles econòmicament, i un llibre que compra una corporació sí que ho és, no obstant, jo crec que és ètic i convenient deixar clares aquestes coses.

Ferran Goberna i Ortiz

martes, 12 de abril de 2011

Sobre el gentilici "Aieloner"



La avda. Santíssim Crist des de l'Eixample. Quadre de Adrián Momparlet. XI Edició Pintura al Aire Lliure d'Aielo de Malferit.2010.


Hem de dir, d’entrada, que l’ús dels gentilicis no és tradicionalment popular, especialment en el cas dels pobles. L’ús col·loquial ha recorregut a sintagmes preposicionals introduïts per de: Eixos són de Cocentaina, Uns senyors de Xàtiva i no Eixos són contestans, Uns senyors xativins. Però posteriorment, a causa de l’existència de gentilicis molt coneguts (valencià, alacantí etc.), s’ha imposat la formació exhaustiva de gentilicis en tots els pobles, com una necessitat de la varietat estàndard, que ha irromput amb decisió en la col·loquial.

En valencià, els gentilicis s’obtenen per sufixació. Basant-nos en els publicats per l’Acadèmia Valenciana de la Llengua (Gramàtica normativa valenciana, 2006, ps. 376-389), hem extret la següent ordenació de sufixos, de més a menys freqüents:

1. Sufix -er, del llatí -ARIU; apareix en uns 191 gentilicis (des d’ademusser fins a xover). El Corpus toponímic valencià de l’AVL (2009, p. 28) explica que s’ha adoptat la variant -er i no -ero perquè aquella és més general, en qualsevol adjectiu i també en els gentilicis.

2. Sufix -í, del llatí -INU; apareix en uns 145 gentilicis (des d’agullentí fins a xivertí).

3. Sufix , del llatí -ANU, apareix en uns 103 gentilicis (des d’agresà fins a xulillà).

4. Sufix -enc, del germànic -ING; apareix en uns 96 gentilicis (des d’aïnenc a xodenc).

5. Sufix -és, del llatí -ENSIS; apareix només en un gentilici (daianovés).

6. I sufix -eny, del llatí -IGNU; apareix en nou gentilicis (des d’alberiqueny a senyerut; el cor-responent a Alberic és l’únic que admet la doble possibilitat: també alberiquer).

Segons això, són d’origen llatí -er, -í, -à (els tres més freqüents), -és i -eny; però és d’origen germànic -enc. Els primers, doncs, sumen 449 gentilicis (el 82 %) i el segon 96 (el 18 %).

Respecte a aieloner i aielenc, les obres consultades sempre proposen el primer gentilici, sense constància del segon; això succeïx des del famós Diccionari català, valencià, balear de mossén Antoni M. Alcover. És clar que el primer gentilici entra dins del grup nombrosíssim dels formats per sufixació amb -er, però el segon entraria en un grup que no és tampoc menor. Ignorem en quines bases documentals (si n’hi ha) pot haver-se fonamentat la tria en favor del sufix -er; també hem de tindre en compte que la familiaritat que s’atorga a la terminació -enc (aielenc) podria deure’s a la influència del gentilici castellà ayelense, molt divulgat en l’últim segle, però que no és gens popular, sinó de formació erudita castellana.

Ximo Juan-Mompó Rovira



viernes, 8 de abril de 2011

Entrevista amb Abel Soler





El passat 19 de Febrer es va presentar en l'Auditori Municipal del poble el llibre "Aielo de Malferit. Geografia, història, patrimoni" del que és autor Abel Soler, un acte que va contar amb una massiva assistència de públic. Així es confirma l'expectació que s'havia creat al voltant d'este treball tan esperat per a molts interessats en la història del nostre poble.

Des del blog també es férem ressó en el seu moment i publicàrem una ressenya del llibre i ara, com a complement, volem oferir-vos una entrevista feta a l'autor minuts abans d'iniciar-se la presentació. 

Pregunta: Primer de tot, Abel, voldriem saber al voltant de la teua formació i estudis. 

Resposta: Sóc historiador, llicenciat en Geografia i Història, una carrera que quan jo vaig estudiar era una especialitat general i que ara està partida en diferents especialitats (Art, Història,Geografia, Arqueologia ...), aixó em va donar una formació humanística general que m'ha ajudat molt en la divulgació dels meus treballs. Entenc que un historiador no deu ser només un investigador, sinó també un divulgador. I és que moltes vegades pequem de controlar molts documents i molta informació, però després no sabem transmetre-la d'una manera que arribe al poble i a la gent interessada per la història.

P: Sabem que has publicat molts llibres, tan individualment com en col·laboració. Des de quan estàs dedicant-te a este tipus de treballs d'història local?

R: El primer llibre que vaig fer és de l'any 1999, sobre la història de la Pobla del Duc, que va ser la meua primera història local, prou grosseta, i eixe treball va portar a altres. Alguns els vaig fer en col·laboració amb Rafa Jordà o Ramón Yago, amb els que vaig constituir una cooperativa de serveis culturals anomenada Terra de València, que, a banda de llibres, feia també cursos, visites guiades, catàlegs de patrimoni.... tot tipus de serveis orientats als ajuntaments. La cooperativa va funcionar durant uns anys fins que al final cada membre ha anat pel seu costat i s'ha dedicat a una cosa. Jo m'he especialitzat en el que més m'agrada i que més demanda té: històries divulgatives a nivell local, que és el que molts pobles no tenen. Perquè s'ha investigat molt, s'ha publicat molt en programes de festes i en revistes històriques, però no hi han síntesi ni treballs que aprofiten per a la consulta.... eixes enciclopèdies o manuals d'història local que als ajuntament els interessa tindre i que també són molt importants per a la identitat cultural de cada poble.

P: Com va sorgir el projecte de fer este llibre?

R: Primer que res vull dir que, encara que jo sóc d'Albaida, Aielo de Malferit és un poble que me'l conec molt bé i, junt a Bocairent i el meu propi poble, és dels que més estime de la comarca. A nivell de patrimoni i d'identitat crec que és un poble amb molta substancia històrica i tenia moltes ganes de fer el llibre. De fet li'l vaig proposar als anteriors alcaldes, tan a  Francesc Martí com a  Cristina Mira, que van estar mirant la possibilitat i la van descartar pels motius que foren. Més tard ho vaig proposar a l'actual corporació i ells s'han llançat a la idea i els ha paregut interessant, perquè era algo que li faltava al poble. I es que n'hi havia molta informació històrica dispersa i era una manera de compendiar-la i de facilitar-la als investigadors que vinguen després i que sàpiguen fins on hem arribat i a partir d'ací la puguen ampliar. Perquè açò és un punt d'arribada, però també un punt de partida per a futures investigacions

P: Com et vas plantejar este treball?

R: Este llibre es un dels que més treball m'ha donat, perquè hi han més de 2000 referències i una vintena d'arxius consultats; és molta la riquesa monumental que té Aielo i també molt el que s'ha investigat i que està publicat en el programa de festes, que és la gran revista cultural del poble. Ací teniu un grup  d'investigadors que han dedicat anys i esforços de la seua vida a divulgar la història del poble i bé es podria dir que la meitat del llibre és d'ells. La meua faena podria dir-se que és separar la palla del gra; jo he treballat sobre un muntó d'informació i he intentat sintetitzar-la per a fer-la assequible a tots, de fet, a vegades, el tenir tanta informació ens aclapara. La prova la tenim en que actualment amb internet podem accedir a un volum tan gran d'informació que en moltes ocasions acaba per desbordar-nos.

P: Apart d'este treball de síntesi del que parles ens consta que també has fet aportacions noves. És aixina?

R: Si, el llibre inclou també informació inèdita fruit de les meues investigacions, com l'evolució de l'horta i la construcció de la primera arcà en el segle XV, que era de fusta i que va triplicar la producció del poble, o l'urbanisme renaixentista de la plaça del Palau, que es una novetat del s.XV portada d'Itàlia i que cap poble tenia, així com informació sobre els cinc versos en castellà pintats en lletra renaixentista de la sala noble del palau, que puguem dir és la primera vegada que s'utilitza este tipus de tipografia totalment desconeguda en l'època i que hem desxifrat; coses particulars dels senyors del s.XVI com que parlaven l'àrab en els vassalls i tenien una serie d'inquietuds sobre l'ornitologia i col·leccionaven papagais i diferents aus silvestres. També he fet noves aportacions sobre temes que ja es coneixien, com el de la Coca-Cola, del que tant s'ha parlat últimament y molts més que per no estendre'm massa remet al que estiga interessat a la lectura del llibre.

P: Com a bon coneixedor de la història dels pobles de la comarca i després d'haver aprofundit en la del nostre, ens agradaria saber si has trobat alguna peculiaritat que la diferencíe de la resta.

R: En Aielo puguem destacar la continuïtat de llinatges que ha hagut des que es va repoblar al 1610 i que ha permès mantenir una forta personalitat local, perquè les famílies són pràcticament les mateixes i es nota la diferència amb altres pobles, més industrials i amb menys pes de l'agricultura, on s'ha produït un moviment de població més acusat al llarg del segles. També s'ha de destacar la urbanització feta a Aielo, que es pot considerar modèlica en la comarca, tan des de l'època medieval del s. XV, com en l'època racionalista il·lustrada del s.XVIII i també a principi del s.XX, amb la ampliació de l'Eixample  i el disseny dels nous carrers. Són tres etapes urbanístiques molt ben planificades que ens permet afirmar que cap poble de la Vall d'Albaida té un urbanisme tan ben ordenat com el d'Aielo de Malferit, a banda de la riquesa monumental del Palau dels Malferit i les façanes modernistes de moltes cases de principis del s.XX.

P: Ja no ens queda més temps per a l'entrevista perquè veig que estan reclamant-te a la tribuna per a iniciar la presentació. Voldries afegir alguna cosa a tot el que has dit?

R: Simplement dir que estic molt content de com ha quedat el llibre, tant quant a grandaria com a disseny i maquetació, i destacar les nombroses fotos que il·lustren el text, provinents la majoria de l'Arxiu Fotogràfic de la Biblioteca Degà Ortiz, un arxiu fonamental per a la recuperació de la memòria gràfica del poble, que no és una faena d'ara, sinó de fa varis anys i que està acabant-se d'arrodonir amb la pròxima publicació d'un llibre de fotos, segons m'han contat.



L'entrevista, un tant improvisada, l'hem feta amb la gravadora del mòbil i hem aprofitat els minuts previs a la presentació, mentre arribaven les autoritats. A falta d'un lloc tranquil i sense sorolls ens hem pujat a l'escenari i, amagats darrere dels bastidors, hem pogut mantindre esta conversació sense les interrupcions que d'una altra manera s'hagueren produït.

En tornar a la meua butaca comprove com, en els deu minuts que ha durat l'entrevista, l'Auditori s'ha acabat d'omplir i, fins i tot, hi ha gent de peu. No puc evitar pensar que molts han vingut pel reclam del llibre gratis i crec que la decisió de regalar un exemplar per família censada ha sigut molt encertada. Ara tenim la seguretat que la història d'Aielo de Malferit, per mig d'este llibre, està en totes les cases del poble i que això  portarà a molts, no tan sols a vore les fotos, sinó també a llegir el text i a descobrir qui som i d'on venim.

Calabuig


jueves, 7 de abril de 2011

Retrato de un sacerdote ( ¿Deán Ortiz? )



Retrato de un sacerdote de Vicente López Portaña (Valencia,1772- Madrid, 1850). Pintura al óleo sobre lienzo. 54 x 44.5cm. John and Mable Ringling Museum of Art. Sarasota, Florida. EE.UU.


Busto de un individuo vestido con ropas pardas, lazo anudado al cuello blanco, que mira frontalmente al espectador y que resalta sobre un fondo neutro en tonos verdosos. Destaca la viva mirada del rostro, diligente, despierto y en la cabeza el pelo liso, que se enmaraña sobre las orejas.

Catalogado como "retrato de un sacerdote" por José Luis Díez y fechado entre 1827 y 1830, Fernando Goberna lo ha identificado como el célebre arqueólogo e historiador valenciano, deán de la colegiata de Xátiva, José Ortiz y Sanz (1739-1822), cargo que ostentó entre 1802, cuando fue nombrado para el mismo por el rey Carlos IV, y 1816 en que renunció al mismo por motivos de salud. De ser éste el personaje del cuadro que estudiamos, Vicente López lo debió de retratar en torno a los sesenta años de edad, alrededor de 1800.

Con todo, independientemente de quién sea el individuo retratado, desde el punto de vista artístico enlaza, según nuestro parecer, con otros trabajos de Vicente López llevados a cabo en su etapa valenciana, en los primeros años del siglo XIX. La vivacidad que muestra el rostro del personaje, su semblante casi sonriente, su concepción en busto, la composición en general, lo relacionan con el retrato de Don Vicente Castrillo en El Patriarca y con el de Don Vicente Blasco, rector de la Universidad de Valencia, en la colección de la Real Academia de Bella Artes de San Carlos, que pintaría López en torno a 1802, aunque en el que nos ocupa se advierta un rostro más encendido.

Destaca en el lienzo la perfección del dibujo, la calidad de las camaciones y su resolución con una técnica minuciosa, que lo dotan de gran realismo. El colorido incide en la tonalidad sonrosada de la cara, en los precisos toques de luz con blancos y en la incipiente barba tratada con pincelada verdosa.

Lorenzo Hernández Guardiola. Del Catálogo de la exposición "La Llum de les Imatges. Lux Mundi". Xàtiva 2007.



Autorretrato de Vicente López Portaña. Fuente: Wikipedia
*Para saber más sobre Vicente López Portaña y contemplar una amplia galeria de sus obras pulsa aquí: foroxerbar.com

sábado, 2 de abril de 2011

"Changlot Real", desconeguda producció agrària explotada per Batiste Aparici


Font: Catálogo de variedades de olivo de la Comunidad Valenciana

El Changlot Real és una varietat d’olivera originaria de la serra d’Enguera, on va ser descoberta a finals del segle XIX per uns caçadors d’Aielo de Malferit.
 
 “Varios vecinos de Ayelo de Malferit, pueblo emplazado en la parte oeste del Valle de Albaida, en la provincia de Valencia, descubrieron, cazando en la sierra de Enguera, un grupo de acebuches, en el que se destacaba por su desarrollo uno de los pies, cuajado de fruto normal, fisiológico, llamándoles la atención, no sólo el hecho de que el fruto no respondiera a la naturaleza de pie silvestre sino lo enorme de la produccción y, más que todo , a la forma arracimada del fruto; fenómeno debido a la floración múltiple de la planta, que agrupa las flores hasta dar siete u ocho en cada pedúnculo. Fué arrancada la planta y trasladada a Ayelo de Malferit, donde se plantó entre otras variedades corrientes en el país, destacándose de todas ellas por su gran desarrollo y proporcionando a su propietario cosechas verdaderamente fantásticas, entre ellas una de 340 kilogramos de fruto.”
Capçalera d’una carta del Centre Vitícola i Olivicola fundat per Bautista Aparici.

Va ser introduïda al mercat agrari nacional e internacional per l’aieloner Batiste Aparici Belda, gran comerciant de finals del segle XIX i començament del segle XX.

Batiste va nàixer a Aielo de Malferit un 24 d’abril de 1857, era fill de Juan Bautista Aparici Bataller, d’ofici moliner i de Josefa Belda Juan. Tenia dos germanes  Mª Salvadora i Mª Magdalena.

El ti Aparici, com era conegut al poble, va dur endavant molts negocis, entre ells el de licors, el de la llum, els barbats... Poc sabem dels començaments empresarials de Batiste, només que va ser finançat pel seu oncle Fulgencio Belda que ja a l’any 1840 posseïa un negoci d’alcohol. També dedicava molt de temps a contribuir al benestar dels veïns d’Aielo, però estos no són els temes que ens ocupen en estos moments. Nosaltres anem a parar només en una xicoteta part d’una de les seues facetes: l’agrícola.

Conten que Batiste, sense saber les idees de l’americà Keynes donades a conèixer als anys 30 per a solucionar la crisis del 29, ja les aplicava. I així per tal d’ajudar als homes aturats d’Aielo a que portaren jornals a casa, el que feia Batiste era donar-los feines tan poc productives com fer marges als bancals de la seua propietat. 

Portada i contraportada del llibret propagandístic de Batiste Aparici escrit en francés on es veu una olivera changlotera l’any 1917 que després de 20 anys de ser plantada ja feia una producció de 245 quilos d’olives. Davant d’estes dades cal ressaltar que a l’any 1897 ja es cultivava la changlotera a Aielo.

Batiste a principi  del segle XX, va crear el “Centro Vitícola y Olivícola Ayelense”. Generalment mamprenia tots els negocis de manera individual però ens consta que esporàdicament feia junta amb altres empresaris, com la dels anys 20, quan es va associar amb Vicente Juan, Vicente Barber, Rosendo Sancho i el seu nebot Emilio Castelló.

El “Centro Viticola y Olivicola Ayelense” abans de trobar la changlotera, disposava d’un viver que produïa vides americanes. En trobar de manera fortuïta la nova variant d’olivera, Batiste va decidir comerciar este cultiu agrari incloent-lo al seu catàleg de productes agraris junt a altres com ametllers i arbres fruiters.

La Biblioteca d’Aielo de Malferit, ha aconseguit una carta datada el 30 d’agost de 1928, amb capçalera de Rosendo Sancho. L’estudi d’esta capçalera és molt interessant per entendre la manera gràfica de promocionar els productes. I és que clarament mostra tot el que la casa oferia: un gravat de l’olivera changlotera, xanglots de raïm... A més a més l’estudi del contingut de la carta ens aporta informació sobre la història del barbat a Aielo.

Carta de Rosendo Sancho on destaca la completa capçalera

El procés del cultiu de la changlotera començava quan els treballadors aconseguien a les serres d’Aielo les olivardes o planters bords d’olivera que després era l’empelt d’esta variant de Changlot Real. 

La comercialització es va posar en marxa a gran escala distribuint-ho per tot arreu. Per promocionar-ho conten que Batiste va anar a una exposició de principis del segle XX a Madrid amb una gran olivera que va ser arrancada de soca-rel directament d’Aielo i portada a la capital d’Espanya, expressament per ser admirada de primera mà.

En Espanya el nou cultiu aieloner es va comercialitzar majoritàriament per la part d’Andalusia. A Jaén i Córdova les grans extensions d’oliveres que podem admirar hui en dia, són originaries dels vivers d’Aielo. 


Era Emilio Castelló Domenech el que solia viatjar a esta zona andalusa comercialitzant tots els diversos productes agraris que es produïen  a les plantacions d’Aielo. Una vegada fetes les vendes, solia emportar-se quadrilles d’homes dels poble per empeltar les oliveres als bancals andalusos. 



Emilio Castelló Domenech al costat d'una changlotera en terres andaluces

L’expansió del producte arribà fora de les nostres fronteres. Es conserva a l’arxiu municipal d’Aielo un llibret de mesures de 15 x 10 escrit en francès que demostra la difusió a l’estranger de la changlotera. És un  llibret propagandístic on destaquen algunes frases reclam que expliquen clarament com plantant l’olivera Changlot Real, la producció d’oli anava a augmentar i per tant els agricultors augmentarien la seua riquesa. El llibret a més a més, afegeix unes notes sobre la plantació i la cultura de l’olivera dirigida als olivicultors. Estes notes estan escrites amb un estil directe que clarament estan pensades per incitar al llaurador a comprar.
(foto:6)

Altre fet que demostra la difusió del cultiu aieloner és el que conta Vicente Sanz (últim president de la Central Viticola y Olivicola Ayelense), segons paraules del seu sogre Vicente Juan. Vicent explica com en una ocasió aconseguiren una gran encomanda de planter de Changlot Reial per a un comprador de l’Argentina. Mobilitzaren a tots els jornalers del poble, preparant amb molta cura i temps esta venda. Una vegada feta, ho enviaren cap al seu destí argentí. En arribar hi, el comprador no va voler pagar el rebut posant com a falsa excusa que el planter tenia un defecte. 

Front a esta situació calia prendre mesures i la idea inicial era tornar a l’Argentina a reclamar els diners no cobrats, tanmateix just va esclatar la guerra civil a Espanya i l’assumpte de l’encomanda no pagada es va tenir que paralitzar i aplaçar fins acabar la guerra. Però una vegada acabada tampoc es va poder fer el viatge a l’Argentina i Batiste va perdre tots els diners invertits.

Molts anys després, a la dècada dels 50, Alfredo Castelló faria un viatge a l’Argentina i va visitar els bancals del deutor, trobant-se amb la sorpresa de veure els terrenys plantats amb les oliveres changloteres d’Aielo i a més a més amb un aspecte immillorable.

Batiste Aparici va morir el 25 de març de 1942, als 85 anys i la seua tomba s’identifica fàcilment perquè esta decorada amb pàmpols de raïm.


Emilio Castelló Domenech amb la seua família

Va ser el nebot de Batiste, Emilio Castelló Domenech qui va continuar amb el negoci viticultor i olivicola. Ho vegem als seus llibres de propaganda on queda especificat que és el successor de la casa de Bautista Aparici, primera casa introductora en Espanya dels afamats empelts de Mr Richter, de Montpellier.

La idea dels llibrets iniciada per Batiste havia estat un punt clau en la difusió del producte i Emilio va seguir editant els llibrets però esta vegada introduint unes innovacions que millorarien la comercialització.

En els nous llibrets propagandístics, s’afegien cartes de presentació del producte, fotos de l’arbre i el fruit, més informació de les virtuts de la planta concretant el gran numero de quilograms que podia produir una collita d’estes olives, i fins i tot en un d’ells, es pot llegir una carta autògrafa dirigida al seu antecessor D. Bautista Aparici escrita per l’enginyer agrònom Excmo Sr D. Nicolás Garcia de los Salmones, director de l’Escola Ampelogràfica central.


Llibret d'Emilio Castelló. Si vols vore i passar les fulles clica ací

En els llibrets conservats podem llegir com Emilio Castelló seguia emprant formules comercials per atraure al comprador. 

“¡Gran exito! Olivo fenómeno changlot real”“Esta casa garantiza la autenticidad de sus plantas”“Estabecimiento montado con arreglo a los útimos adelantos de la Ciencia    Ampelográfica”.    

Per a promocionar el changlot real també preparaven unes meticuloses capçaleres a les cartes i unes estudiades targetes postals on s’evidencia la raó per què a estes oliveres li posaren el nom changlotera: simplement perquè semblen un xanglot de raïm.

Targeta postal

Hui en dia els llauradors d’Aielo continuen valorant esta varietat d’olivera changlotera i la tenen als seus bancals. 

Només cal fer una caminada pels camps aieloners per trobar-ne moltes i poder admirar la seua copa espectacular i la gran collita que produeixen a l’hivern.

Les autores baix d'una changlotera centenària en el terme d'Aielo de Malferit

Només cal preguntar als propietaris de les oliveres i ens parlaran meravelles d’este arbre. 

Aielo va ser bressol de l’olivera Changlot Real, forma part del nostre patrimoni rural, part indiscutible del patrimoni cultural. S’ha de protegir pel benefici nostre i de la nostra historia agrària encara poc estudiada.

Mª Jesús Juan i Mariló Sanz. Publicat en el Llibre de Festes de 2009. El nostre agraïment a Vicente Sanz, i als germans Emilio, Salvador i Amparín Castelló Colomer.




-VARIEDADES DE OLIVO CULTIVADAS EN LA COMUNIDAD VALENCIANA.-Valencia: Generalitat Valenciana, 2001
-Arxiu Municipal de l’Ajuntament d’Aielo de Malferit:
CENTRE VITICOLE ET OLIVICOLE AYELENSE/ Bautista Aparici y Compª.- Ayelo de Malferit (Valencia-Espagne).
-Fons Local de la Biblioteca Pública Municipal “Degà Ortiz i Sanz”: 
CENTRO VITÍCOLA Y OLIVÍCOLA AYELENSE. GRANDES VIVEROS DE VIDES AMERICANAS Y OLIVOS/ Emilio Castelló.-Ayelo de Malferit (Valencia-España).