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El año 1982, Mª Ángeles Belda Soler (1902-1991), a la sazón cronista oficial de Ayelo de Malferit, publicó en Valencia (edit. Mari Montañana) un ensayo al que se había dedicado durante los años posteriores a su jubilación y que tituló como: "Aportación a la historia de Ayelo de Malferit". Se trataba de un libro no muy extenso (120 páginas), modestamente editado y de escasa tirada, pero para la cultura de nuestro pueblo fue un hito importante: por primera vez se contaba su historia; una historia que hasta entonces tan solo se podia entrever en alguna colaboración aislada del Libro de Fiestas, casi todas de la misma Mª A. Belda.
En el momento de la publicación de su libro tenía 80 años y todavía conservaba intacta la lucidez y curiosidad que le caracterizaron desde joven. Según los que la conocieron, Doña Mª Ángeles era una mujer de carácter que tenía una fuerte personalidad, sin duda forjada por las dificultades que en su vida debió suponer su condición de mujer, y en su caso, la de una mujer que no se queria amoldar a los convencionalismos de la época.
Nació en Ayelo el año 1902, en el seno de una familia acomodada (ella misma recuerda en su libro que el primer automóvil del pueblo fue un Ford propiedad de su padre), éste murió en 1922, relativamente joven y sin poder materializar el proyecto en el que estaba embarcado: una fábrica textil. Dejaba una viuda y dos hijas.
Desde pequeña recibió una educación esmerada; aprendió sus primeras letras a temprana edad de la mano de su madre que, orgullosa, le hacía leer cuando tenían visita en casa. Pasados los 7 años estudió, junto con su hermana, en las Madres Teresianas de Valencia, donde, según ella , fue una alumna "repipi y disciplinada". Durante este tiempo estudió también francés con un profesor nativo que le impuso su padre y música, por la que sentía una clara inclinación, aprendiendo solfeo y piano.
MªA. Belda, con 23 años, el 25 de octubre de 1925, día que se inauguró la Casa Cuartel de la G.C. y se puso la primera piedra de les Escoles Velles. Detalle de una foto con el cardenal y las mujeres asistentes al banquete que se ofreció en el Palacio. Foto: Arxiu Fotogràfic Biblioteca Degà Ortiz. Juanjo Tudela
Según sus propias palabras fue una lectora empedernida. Muy pronto pasó de los cuentos a leer novelas, muchas veces a escondidas, ya que a principios de siglo y en el ambiente en el que se educó, cualquier lectura que no fuese piadosa se consideraba inapropiada para una jovencita "bien". Esas lecturas de juventud debieron mostrar a su espíritu curioso todo un mundo por descubrir, e influirían decididamente en su voluntad de cursar estudios universitarios, decisión insólita en el Ayelo y la sociedad de los años 20, cuando las mujeres todavía no tenían derecho al voto y las niñas en la escuela aprendían costura.
En Valencia estudió Historia (entonces era una rama de la licenciatura de Filosofía y Letras) y al mismo tiempo se matriculó por libre en la Facultad de Derecho. Su férrea voluntad y disciplina de trabajo le permitieron acabar ambas licenciaturas con excelentes notas. Corrían los tiempos de la II República.
Acabados los estudios decide presentarse a oposiciones para registrador de la propiedad; fue la única mujer en toda España que se presentó a exámen y según cuenta su sobrina Mari Sol Llixona (*): "pasó con éxito el primer ejercicio, que era escrito. Pero cuando se presentó a la siguiente prueba, que era ante un tribunal, el presidente del mismo, antes de empezar a examinar a los opositores, le dijo en un aparte que se retirara, porque esa profesión era de hombres y el tribunal nunca aprobaría a una mujer". No obstante, ella se presentó a la prueba, aunque la suspendieron.
Tras el paréntesis de la Guerra Civil, preparó oposiciones a Catedrática de Geografía e Historia, que aprobó sin problemas en 1941. Su primera plaza como profesora fue en 1942 en un instituto de Murcia, pero el año siguiente ya estaba en Xàtiva, en el Instituto José de Ribera, donde impartió clases durante 21 años y se ganó fama de profesora justa y severa. En 1964 se traslada a Valencia, al Instituto Juan de Garay, en el cual se jubiló el año 1971.
Hasta el momento de su muerte, en 1991, vivió en su piso de Valencia, en la avda. Antic Regne, rodeada de sus numerosos libros y los objetos traidos de sus viajes por todo el mundo. Pero ello no le impidió pasar temporadas en Ayelo, en su casa del C/del Mig, la misma que habitó en su infancia y que tantos recuerdos le traerían de aquel Ayelo anterior a la Guerra que ella conoció tan bien.
Además de "Aportación a la historia de Ayelo de Malferit", Mª Ángeles Belda publicó otra obra: "El régimen matrimonial de bienes en los Furs deValencia" (Ed. Cosmos, Valencia, 1966). Fue autora de varios libros de textos para sus alumnos y colaboró en la "Gran enciclopedia de la Región Valenciana"; también publicó varias comunicaciones en diferentes congresos de historia y participó asiduamente en el Libro de Fiestas de nuestro pueblo con diversos artículos, muchos de los cuales hemos publicado aquí con la etiqueta de Mª Ángeles Belda.
Desde este blog de historia local creemos que, 28 años después, el libro de Mª Ángeles Belda sigue teniendo vigencia para todos los interesados por el pasado de Ayelo de Malferit; por ello quisiéramos acercarlo a nuestros lectores publicándolo en sucesivas entradas, respetando el texto tal y como lo escribió la autora y añadiendo tan solo fotos de nuestro archivo o de internet para ilustrarlo.
Es nuestra intención contribuir así a la divulgación de nuestra historia y también al reconocimiento hacia una persona que tanto hizo por la cultura de su pueblo.
Calabuig
(*) Entrevista realizada por Mª Jesús Juan el 30/09/2001.
I per que Mª Angeles Belda no te un carrer dedicat a ella?.
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