Tras la expulsión de los moriscos en 1611, Ayelo de Malferit se repobló con 57 colonos y sus familias. 35 años después, según un "vecindario" de 1646, eran 81 las casas censadas (unos 360 habitantes)
LA DEMOGRAFIA AYELENSE A PARTIR DE LAS CARTAS PUEBLAS
Los "Vecindarios"- Cálculos de Cavanilles y Madoz
La Carta-Puebla de Ayelo de Malferit (en sus dos copias que ya hemos considerado) no dice el número de familias de cristianos viejos que en aquella fecha (1610-1611) vinieron a establecerse en Ayelo, sino el número de individuos a los que se les otorgó la Carta-Puebla de 1610: en total, 57 (cincuenta y siete).
No sería correcto aplicar el porcentaje de 4'5 individuos por casa, puesto que se habla de individuos, no de familias, aunque es de suponer que alguno de estos cristianos viejos repobladores llegarían con ella. Lo evidente es que Ayelo comenzó entonces a llenarse con cierta rapidez, según lo atestigua un "vecindario" de 1646 (o sea treinta y cinco años después de estos otorgamientos de cartas de repoblación).
Según este "vecindario", que figura en el Archivo del Reino de Valencia (1), mandado a confeccionar por la Diputación de la Generalidad a los jurados y justicias de todo el Reino y que lleva fecha de 13 de noviembre de dicho año, 1646, Ayelo en esta fecha tenía 81 casas, o sea 364 habitantes. Hemos de tener en cuenta que estos vecindarios se llevaban a cabo con fines fiscales, es decir, para el repartimiento de impuestos y extracción de soldados. Y las autoridades locales, que sabían su finalidad, disminuían intencionadamente la población con objeto de disminuir los impuestos. Los autores mercantilistas y geógrafos han tenido en cuenta esta circunstancia.
He aquí el texto de este "vecindario":
"Memoria de les cases o vehíns y habitadors del Lloch de Ayelo de Malferit, feta per Ventura Juan, Justicia del Lloch, rebuda per mi, Joan Xulve, notari per tot lo Regne de Valencia, en ventitres díes del mes de novembre del any mil sisens coranta sís; les cuales son les seguens:
Pere Corts, Pere Exea,Miquel Valls, Pere BeldaJosef Mira, Vicent Sans, Joan Exea, Francés Ortiz,Joan Bellver, Antoni Borrás, La viuda Na MollanaDiego Como, Frances Ortiz, Gaspar Ortiz, Joan RicoAndreu Joan, Frances Joan, Francés OllerJoseph Galindo, Pere Bellot, Bertomeu DoménechJoachín Cerdá, Phelip Valls, Thomas Valls, Joan BellotFrançes Armengol, Miquel Borrás, Inés ColomerVicent Calabuig, Melchor Joan, Luis Mompó, Andreu MollaViuda Na Ferrandis, Viuda Na Maiques, Batiste VallsSebio Calabuig, Viuda na Bellota, Viuda Na MarquésAntoni Garrigós, Joan Tortosa, Diego Puerto, Josef BernabeuMiquel Sans, Jacinto Moltó, Ventura Joan, Bertomeu FrancésBertomeu García, Jaume Bataller, Leonardo CastellóAntoni Pascual, Jeroni Bernabeu, Llois RicoMiquel Saus, Josef Aparici, Vicent Belda, Frances ...Félix Galbis, Boru Galbis, Joan Galbis, Bertomeu LópezJosef Molla, Llois Borreda, Joan Lano, Jacinto FerrándizJoan Beneito, Gabriel Martí, Valero Mira, Bertomeu SausLa viuda Na Vidala, La viuda Na Doménech, La viuda Na JoanaInés Colomer, Joan Saus, La viuda Na Apariçia, Francés GascóLo Retor del Lloch, Lo Senyor de Ayelo,Montserrat Izquierdo (Collector)Joan V. Ministre de dit poble
Totes les cuals cases damunt retro escrites fan suma de huitanta una cases, contengudes en la present çeda (cédula), los cuals son vehins y habitadors del dít lloch de Ayelo de Malferit.
E pera que a dita y present çeda (cédula) y coses en aquella contengudes fe "indubiar" li sia donada y atribuida en cuansevol part, yo Joan Xulve, notari publich per tot lo Regne de Valencia, en fe de lo cual posse asi mon síg ne."
Observemos que la mayoría de los apellidos de estos caps de cases persisten hoy en Ayelo. Los nombres propios, que van todos en valenciano, contrastan con el Montserrat Izquierdo (Collector o recaudador de impuestos), que, indudablemente, es foráneo. El que haya en el lloch un retor indica que en aquella fecha la parroquia de Ayelo estaba desligada de la de Ollería.
Según Cavanilles la población de Ayelo pasó de unos 900 habitantes a principios del s. XVIII a los casi 2000 del censo de Aranda en el año 1787
A principios del siglo XVIII aparecen varios "vecindarios", que, en parte, fueron estudiados por el mercantilista Ustáriz (2). Este comprobó que estaban manipulados: la cantidad de habitantes expresados en ellos estaba por debajo de la realidad, lo que indica que persistía el temor en los pueblos y ciudades a las contribuciones extraordinarias y gabelas de todas clases. Por tanto, esos 364 habitantes que el vecindario de 1646 atribuye a Ayelo debemos aumentarlo en varias docenas más.
La demografía del Reino de Valencia se recuperó mucho después de la guerra de la Independencia. De 1787 es el censo de Aranda, el primero confeccionado por individuos, no por casas. En él debió inspirarse el naturalista valenciano Cavanilles, que, en sus "Observaciones sobre la historia, geografía, agricultura, población y frutos del Reino de Valencia" (1795), nos da, entre otras noticias sobre nuestro pueblo, las fidedignas sobre su población (3).
Según este autor, la población de Ayelo, a principios del siglo XVIII, era de 200 vecinos, que, a razón de cuatro y medio por casa eran 900 habitantes. Pero a finales de este mismo siglo, cuando Cavanilles visitó nuestro pueblo, le calcula 442 vecinos, que, según la proporción predicha, eran un total de 1.989 habitantes.
Madoz (4) que publica su Diccionario Geográfico Estadístico de España (1850), medio siglo después, atribuye a nuestro pueblo 527 vecinos o casas, que a razón y a dicha, resultan 2.371 habitantes.
A partir de finales del siglo XIX se pueden utilizar los datos precisos del Instituto Nacional de Estadística. Observados estos datos, desde 1877, en que Ayelo tiene 2.883 habitantes de hecho y 2.969 de derecho, vemos que nuestra villa crece muy lentamente. Hasta 1957 Ayelo no llegará a los 3.000 habitantes, y será necesario llegar a 1979 para alcanzar los 3.599 habitantes.
El lento crecimiento demográfico de Ayelo
El estancamiento de la población en Ayelo desde fines del siglo XIX hasta hoy se debe a varias causas. La principal es la situación geográfica del pueblo. Ayelo, como hemos dicho ya, está situado en el extremo oeste del Valle de Albaida, cerrado en esta dirección por las estribaciones de la sierra Grossa. Si este aislamiento le favoreció hasta el siglo XVIII, librándole en ocasiones de incursiones y saqueos, le perjudicó en adelante, ya que fue una de las causas que le impidieron industrializarse a tiempo.
A finales del s. XIX Ayelo perdió la oportunidad del tren y esto influyó en el lento crecimiento de su población en la primera mitad del s. XX. Varios ayelenses montaron sus empresas en Canals y Xàtiva y muchos buscaron trabajo en las industrias que se creaban en Ontinyent, Albaida i L'Olleria
Consideremos que hasta después de 1920 (aproximadamente)) no se le abrió paso hacia el Oeste, cuando se construyó la carretera hacia Mogente, llamada de Casas del Campello, carretera que, además de su incómodo trazado, conduce hacia las zonas menos vitales de la provincia alejándose del mar.
Pero la causa definitiva fue la revolución de los transportes con la aparición del ferrocarril, que debió causar un impacto enorme en la organización de las comunicaciones. (El automóvil, como medio de transporte, no hace su sensacional entrada hasta principios del siglo XX.)
Cuando en 1843 todavía existían en España las "sociedades de diligencias", que organizaban los viajes de las personas a base de aquellos coches de cuatro ruedas, con pescante y baca para equipajes, tirados por cuadrúpedos, apareció en nuestro Reino la primera línea ferroviaria, que iba desde Valencia-Puerto hasta Játiva. Esto sucedió en 1850.
Los ayelenses con inquietudes no tardaron muchos años en abandonar Ayelo, buscando mejores comunicaciones para organizar sus, al principio, pequeñas industrias. Los primeros que recordamos fueron los Ferri y los Colomer (don Jacinto y don Ramón), que montaron su industria harinera en Canals. Más tarde lo fueron don Ricardo Sanz, separándose de los fundadores de la fábrica de licores Aparici, Sanz y Ortiz y don Vicente Bernabeu. Ambos reinstalaron sus fábricas de licores en Játiva, que con el tiempo llegó a ser un importante nudo de comunicaciones. Hoy siguen protagonizándose estas "fugas".
A esta fuga de empresas sigue hoy la de individuos. Los jóvenes ayelenses de hoy prefieren el trabajo en fábricas al de la agricultura, y en busca de trabajo marchan a Ollería, Onteniente y Albaida, terminando a veces instalándose en alguno de estos pueblos.
Hemos de agradecer desde aquí a los autores de un proceso contrario. A los que, no habiendo nacido en nuestro pueblo, han aportado a él su vecindad, su trabajo y su industria, grande o pequeña.
Hoy Ayelo, según censo de 1981, tiene 3.549 habitantes de hecho y de derecho, 50 menos que en 1979.
Mª Ángeles Belda
NOTAS:
(1) A. R. V., sig. 4, 828, p. 452.
(2) USTARIZ, Gerónimo: Teoría y práctica de Comercio y de Marina. Hay una edición facsímil de Gabriel Franco de 1968, en que los originales de los vecindarios han sido estudiados por comarcas valencianas.
(3) CAVANILLES: Ob. cit., tomo. II.
(4) MADOZ: Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España, 1850.
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