Del jardí bell de València
és Ayelo ermosa flor
que escampa, arreu, les fragàncies
que despedeix lo seu cor
Miguel Ferrándiz . "Himne a Ayelo"


jueves, 2 de junio de 2011

Recuerdos de un médico de Ayelo de Malferit (y V)





Otra de las luchas importantes que teníamos los médicos y el veterinario de Aielo era combatir las epizootias (enfermedades de transmisión infecciosa en los animales); y a propósito de esto recuerdo una anécdota bastante divertida: hubo varios casos de carbunco en las vacas, así que Leonardo Espeleta y yo le dijimos a Julio Ferri (como su trabajo era herrar a los animales, hacía las veces de ayudante de veterinario) que, con la ayuda necesaria, enterrase a los animales muertos y los cubriese de cal viva (de otra forma las lombrices de tierra sacan de nuevo a la superficie las bacterias que producen el carbunco y vuelve a cerrarse el círculo de la transmisión infecciosa). Al cabo de unos días volví a encontrarme con Julio, y me dice todo satisfecho que ya estaban todos los animales "colgats" por mi imaginación pasó el ver a las pobres vacas colgadas de los algarrobos, hasta que Julio me explicó que eso significaba en valenciano que, en efecto, las había enterrado.

Otras de las luchas que teníamos era la brucelosis o fiebre de malta (enfermedad que se adquiere al consumir la leche o sus derivados procedentes de animales enfermos). Las peleas que manteníamos para que se sacrificaran los animales enfermos y no se consumiera su leche, eran a menudo infructuosas; y así recuerdo una epidemia importante (debió ser hacia el sesenta y tantos) que hizo venir al Dr. Espinós, inspector provincial de la Jefatura de Sanidad.

D. Raimundo en una visita a Casas Ibáñez, su pueblo natal.

Por su parte, los numerosos animales de carga que había: mulos, burros, yeguas, etc..., no solían plantear muchos problemas, salvo cuando algún mulo daba bocados, y entonces se decía que era "mossegós" (recuerdo uno que se distinguió en esto); o cuando algún burro daba las temibles par de coces.

El pueblo, evidentemente, fue haciéndose mayor y mejorando en cuanto a viviendas; primero fue, en los años cincuenta, la construcción de lo que desde entonces se conoce como "les cases barates", y luego en los años sesenta, merced al celo emprendedor de D. Juan Sanchís párroco de Ayelo, la construcción de otro grupo de casas que hoy se conocen como "les cases del retor". En cambio, el asunto de la conducción de aguas al pueblo no mejoró de forma substancial en aquellos años.

En junio de 1963 se jubiló mi compañero José Juan Requena, con lo que me quede como único médico titular, ya que su plaza desapareció entonces (era la política que se llevaba desde la creación del S.O.E.); no así la de médico del S.O.E., la cual seria ocupada por Electo Córdova algunos años después. También por aquellos años instaló su farmacia Enrique Martínez, cerrándose la de Rafael Liñana; se jubiló Leonardo Espeleta, viniendo en su lugar Pedro Agudo, y llegó para ocupar la plaza de A.T.S. Rafael Pérez.

A mediados de los sesenta creo recordar que se inauguró el hospital "La Fe" de Valencia. A partir de entonces las urgencias médicas que se producían en Ayelo las remitíamos a aquel hospital, suponiendo esto un considerable avance respecto a la situación anterior, ya que, hasta entonces, teníamos que afrontar las mismas en el pueblo de la mejor forma posible, y tan sólo en situaciones extremas hacíamos trasladar al enfermo (generalmente en taxi, ya que el servicio de ambulancias era muy deficiente) al Hospital General de Valencia, hospital hoy ya desaparecido (era el que estaba en la calle Guillem de Castro). Asimismo, los partos los atendíamos en el pueblo, de tal forma que a veces pasábamos por situaciones de gran angustia, como eran los casos en que se producían las temibles hemorragias post-partum; en otras ocasiones era las condiciones climatológicas las que hacían dificil la asistencia a un parto, y a este respecto recuerdo ocasiones en las que Dª María y yo nos alumbrábamos con un "cresol" en el domicilio de la parturienta, porque la luz se había ido a consecuencia de una tormenta.

Momento en el cual recibo el título de "hijo adoptivo" de Ayelo por parte del entonces alcalde Juan Antonio Juan Sancho en abril de 1979 (acababa de jubilarme).


En los años setenta, Aielo, como otros muchos pueblos de España, comienza a tener una transformación importantísima: la mecanización de las labores agrícolas, con la progresiva desaparición de los animales que hacían estos trabajos; así pues, se asfaltan las calles para que puedan circular mejor los vehículos a motor, se quitan los abrevaderos, las calles empedradas, etc..., y, en definitiva, el pueblo va adquiriendo un aspecto muy "urbano". Respecto a la sanidad, hay que decir que las condiciones higiénico-sanitarias mejoran extraordinariamente, y a ello contribuyen hechos como la canalización del agua potable a domicilio (definitivamente se deja de acudir con el cántaro a la fuente), y en general el aumento del nivel de vida de la población.

Los años habían pasado, pues, y a mi me llegó también el tiempo de mi jubilación tras treinta y nueve años de ejercicio profesional en Aielo (muchas más anécdotas podría haber contado de lo que me aconteció en tan largo periodo de tiempo, y sobre todo me hubiera gustado mencionar a tantas y tantas personas de las que hoy gozo de su amistad; pero una notas de recuerdos tienen que ser necesariamente breves). Me jubilé, por lo tanto en 1979, y con tal motivo tuve el inmenso honor de recibir el título de hijo adoptivo de Ayelo de Malferit, título que me fue entregado en una cena que organizó el ayuntamiento (presidido entonces por Juan Antonio Juan), y que tuvo lugar en el hotel Pou Clar en abril de ese mismo año.

Una imagen de parte de los comensales que acudieron a la cena-homenaje en el hotel Pou Clar de Ontinyent.Abril de 1979.


Hoy soy ya octogenario y puedo dar fe de que el Ayelo que yo conocí cuando llegué por primera vez hace cincuenta años, se parece poco al Ayelo de hoy día, pues la prosperidad ha sido mucha. Aquellos niños que yo vi nacer, son hoy padres de familia; de tal forma que he visto crecer a varias generaciones de ayelenses: un privilegio de la vejez.

El hecho de que el ayuntamiento actual se haya acordado de que hace medio siglo llegué por primera vez a Ayelo, me llena de una gran emoción, y sólo puedo tener sentimientos de gratitud para éste mi pueblo adoptivo.

Raimundo Goberna Martínez

7 comentarios:

  1. Enhorabona!! Fernando Goberna per haver tingut un pare tant meravellós i servicial. D. Raimuno va ser el meu metge des de el mateix dia que vaig nàixer fins a la seua jubilació, per a mi sempre serà el millor.

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  2. Disculpeu!!!... he escrit mal en nom de Raimundo, un miler de disculpes a este gran metge que tota la seua vida la va passar a Aielo sense mirar color o situació social dels aieloners. Crec que es molt adequat posar-li el seu nom al nou Centre de Salut.

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  3. Gratitut de la gent que va tindre la sort de coneixer'l pel seu exquisit tracte en la gent i per la seua entrega a la professió.

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  4. Abans de res dir-li al sr. administrador que en un blog caben comentaris de tot tipus, sempre que estos siguen sense faltar ningú.
    Jo no t'he donat motius per a què em borres 3 vegades el mateix comentari, el primer comentari ha tingut la culpa de la meua rebotada ja que no se li pot fer més la pilota a una persona que es la part oposta del que va ser el seu pare.
    Veig que estos comentaris si que t'agraden, inclús em fa pensar que l'hages pogut escriure tú.
    Tal volta, la por o els interesos que tens per a què el meu amic Fernando continue donant-te consentiment per a què publiques ací treballs seus influix en la censura que practiques.

    Molt malament alberto.

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  5. No sé quin contingut poden tindre els comentaris que l'adminnistrador t'ha borrat, ni m'interessa ni crec que pot interessar a ningú que entre a este espai per saber història i tradició d'Aielo.
    En un blog l'administrador administra i si el comentari no aporta res, té tot el dret a llevar-ho, així que pense que ha fet molt bé, i el que per a tu és censura, per a mi és tindre les idees clares de la finalitat d'este blog.
    Fernando és un historiador i com a tal apareix en el blog, sense importar qui és, com és o com es comporta. I estàs equivocat, ressaltar les virtuts i bon treball de les persones no és fer pamplines.
    Tinc entes que este blog està obert a tots els estudis d'interés històric, de tradició o cultura, si tu en tens algun segur que l'administrador el penjarà i si ho val també tindràs els mateixos elogis.

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  6. S'ha suprimit per 3 vegades el mateix comentari per contindre apreciacions que falten al respecte de persones concretes.

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