...y se fue, lejos de aquí. Más allá
del mar hay un lugar, donde el sol cada mañana brilla más, lejos de aquí... y
se fue, come se van los buenos, sin irse, quedándose todavía, huellas suyas como
piedras vives que el tiempo no podrá jamás romper, lejos de aquí; pensaré que
donde Dios apacienta estrellas, allí està voz solemne de su pueblo. Voz
desarraigada para el mundo de la canción: Nino Bravo. Nino Bravo -¡ah, Luis
Manuel!, amigo desde aquel otoño gandiense del setenta-. Nino Bravo, quitado de
la vida por un zarpazo brutal de la carretera.
Nino Bravo, mozo de
ternura, alma de montaña, temblor de sus palabras, perforando el viento, torrencial,
lluvia impresionante, sentimental como el fuego, serio coma el secano, íntimo
coma el amor. Hombre de amor, y que amó hasta el fin. Y de ese amor verdadero,
nacieron quienes repetirán su sangre, quienes alargarán su esperanza.
¡Ah, Luis Manuel!, hecho explosión de existencia, donde Ayelo de Malferit
se levanta acogedoramente.
¡Ah, Luis Manuel!, convertido en Nino Bravo,
con Ayelo de Malferit como bandera, ondeando en sus ojos para glorificarla, y
cuando Valencia es diana sensacional para un homenaje para él, resulta que
Ayelo de Malferit se ha puesto en pie, y las gentes que le vieron nacer y que
le vieron crecer, se han soltado en sinceridades emocionadas. Uno ha pulsado
las cuerdas de su guitarra, y quienes le lloraron, han hablado.
COMO ROSAS DE RECUERDO. Han hablado. Voces con esa naturalidad popular, en
plena calle, a corazón suelto, con desbordamiento. Porque nadie ha dicho que
no, y todos estaban con ganas para dar el regalo de sus sentimientos como tributo
público al inolvidable paisano. Todo lo que me han dicho, está aquí, como rosas
de recuerdo. Como rosas de recuerdo con nombres y apellidos, éstos:
RAFAELA MIRA CASTELLO: Sus labores.
“Era un chico estupendo,
cuando niño y cuando mayor. Sin orgullo de ninguna clase. Sus canciones,
mejores no las he oído en ninguna parte. Como voz, incomparable. Era como
familia mía... y llegó a veranear con nosotros. Cuando pertenecía al conjunto
"Los Hispánicos", delante de nosotros, en mi casa, ensayaban. Como le
digo, un chico estupendo."
SALVADOR CASTELLO
BERNABEU: Carpintero.
"Estoy algo emocionado.
Tengo tantos recuerdos de él. Lo primero que hacía al llegar al pueblo era
venir a visitarnos. Su padre y yo somos como hermanos."
JOSE ALMIÑANA ORQUIN: Viajante.
"Yo fui el primero, sin ser de su familia, que le vio cuando nació.
Era hijo de un gran amigo mío. Era un Chiquillo íntimo, muy amable, muy atento.
Todo lo que le diga de él es siempre poco. Era un gran cantante. Ya lo
creo."
PASCUAL MARCO PEREZ: director del
Grupo Escolar.
"Esa foto grande que està en la pared no la he puesto yo, sino los niños,
tan admiradores suyos. Y el día que falleció, se puede decir que no hubo clase. Los chicos lo consideraban uno de los mejores
cantantes del mundo...
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