Hacia el año 1593, el arzobispo Ribera encomendó a Jaime Bleda la vicaría de moriscos de Ayelo de Malferit. Era Ayelo por entonces un lugar poblado por unos cuatrocientas almas, en su mayoria moriscos. Cuando llegaron D. Lucas de Malferit y el dominico Jaime Bleda, a lomos de caballerías, por los caminos de aquellos tiempos, a Ayelo aquel pudo mostrarle el poblado morisco situado en la vertiente del barranco próximo al río y el Castillo que poseía en la parte más elevada del mismo (a cargo del cual tenía D. Lucas nombrado a un alcaide con el mandato de custodiar el poblado), también le mostraría la pequeña Iglesia de la cual tenía que hacerse cargo.
Los moriscos saldrían entonces a recibirlos para mostrar signos de vasallaje, al frente de todos, el alcalde que era lo de mayor autoridad del poblado...
(El dominico Jaime Bleda y su estancia en Aielo entre los años 1593 y 1594 para hacerse cargo de la rectoria de moriscos. Por Fernando Goberna Ortiz. Programa festes 2010)
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