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domingo, 17 de abril de 2016

JOAQUIN BELDA COLOMER (II PARTE)



La oficialidad del regimiento Guadalajara 20 en Valéncia después de la entrega a su coronel, sr, Pacheco, del fajin que le regalaron su ascenso al generalato. De la revista Nuevo Munso del 6 de marzo de 1913.
La preocupación en España por el elevado número de muertos y heridos que estaba ocasionando esta campaña era mucha. Las huelgas y manifestaciones obreras contrarías a la guerra se sucedían, pero un hecho hizo que la llamada guerra de Melilla bajara notablemente de intensidad y, de esta manera, Joaquín, por suerte, no se incorporó a su regimiento en Melilla en los momentos de mayor crudeza de esta campaña. Este hecho fue la muerte de el Mazzián ocurrida en combate en mayo de 1912. 

Ocurrió de esta manera: el 13 y 14 de este mes hubo una operación dirigida por el general Berenguer para ocupar Haddu Kaddur; mientras la columna al mando de este general se dirigía hacia esa posición, la del coronel Navarro, en la cual iban fuerzas regulares indígenas, se separó para explorar el cauce de un arroyo. De forma inesperada salieron de un barranco, a unos cien metros, unos veinticinco jinetes; uno de los cuales era un rifeño que llevaba un albornoz blanco, éste se adelantó y, en su lengua, increpó a los regulares que iban con las tropas españolas incitándolos a la rebelión. Hubo un tiroteo con heridos, y los disparos de un sargento indígena y un cabo peninsular abatieron al jinete del albornoz, el resto de los rifeños emprendió la huida. Este jinete que yacía muerto era el Mizzián, caudillo de la resistencia rifeña, tenía su carabina máuser en la mano, una pistola al cinto, y entre los pliegues del albornoz se le encontraron un rosario y un Corán.

Las acometidas de las cábilas fueron remitiendo al perder a uno de sus principales jefes. No obstante hay que decir que las tropas españolas nunca llegaron más allá de la orilla derecha del Kert, pues los intentos de pasar a la izquierda, a partir del cual comenzaba las tierras del Marruecos profundo, siempre fueron rechazados por los rifeños. Lo que Joaquín pudo llegar a conocer, a parte de Melilla y el cercano Gurugú, fueron los puesto o blocaos del lado derecho del valle del kert.
Embarque de tropas con destino a Melilla. De la revista Nuevo Mundo del 10 de julio de 1913.
IV. Su embarque hacia Melilla pocos días antes de la bendición del nuevo cementerio de Ayelo. Su estancia en la guarnición de Melilla. Las crónicas sobre las tropas allí destacadas de un corresponsal del Heraldo de Játiva.

El día 6 de marzo de 1913 fue el día, según unos cerificados militares que posee José de su padre como he dicho, de su pase al servicio activo, es decir que se incorporó a su regimiento Guadalajara 20 en Melilla. 

La tropa en la que iba Joaquín debieron embarcar en el propio puerto de Valencia (hay fotografías, de estos embarques de tropas, que fueron publicadas en las revistas ilustradas de la época, como la que reproduzco en este escrito).

Pocos días después de su llegada a Melilla tenía lugar en Ayelo el acto de bendición del nuevo cementerio, cuyas obras Joaquín había visto comenzar a hacer meses antes (habían sido costeadas en su totalidad con fondos municipales y algunas prestaciones hechas voluntariamente por algunos vecinos). 

El solemne acto tuvo lugar el veintiocho de ese mes de marzo; comenzó a las seis de la tarde y al mismo asistió la corporación municipal presidida por el anteriormente citado alcalde Daniel Mompó junto con muchos vecinos; estaba también, claro está, el párroco D. Eusebio García, acompañado de cantores y acólitos. 

El secretario del ayuntamiento leyó el decreto del Arzobispado de Valencia para que se procediera a la bendición y guardara en el archivo parroquial el acta de la misma. Luego se procedió al propio acto de la bendición (había sido colocada una cruz de madera y tres faroles encendidos, y delante de la cruz se situó el cura párroco para dicha bendición). 

Se dio también la circunstancia de que ese mismo día había fallecido Jacinto Ferri Juan, el cual, además, había sido concejal del ayuntamiento, así que, hubo decisión unánime de que fuera el primero en ser enterrado en el nuevo cementerio, tal y como así consta en un monolito que se mandó construir para perpetua memoria. 

Joaquín quizá recibió noticias sobre este acto por las cartas familiares recibidas ya allí, en la guarnición de Melilla.
Primera persona enterrada al nou Cementeri d'Aielo de Malferir, a l'any 1913
 Cuando Joaquín llegó a dicha guarnición toda aquella zona estaba ya más tranquila después de la muerte de el Mazzián en mayo del año anterior. El presidente del gobierno era entonces el Conde de Romanones y el comandante general de Melilla lo era el general Francisco Gómez Jordana. 

Mientras Joaquin estuvo allí destinado continuaron las negociaciones con Francia sobre zonas de influencia de los protectorados de ambos países; asimismo hubo medidas a favor de las cábilas no hostiles a los españoles, como por ejemplo dar trigo o pensiones a los caídos de las mismas, lo cual tuvo un efecto pacificador. 

No obstante también hubo algunas acciones militares en este sector oriental del protectorado español, como fueron la ocupación de algunas posiciones en la llanura del Garet, lo cual permitió un mayor control de las cábilas del otro lado izquierdo del valle del Kert e incluso del curso alto del río Muluya. La zona bajo control efectivo español aumentó a unos 600 kilómetros cuadrados, las bajas sufridas, en cambio, fueron más reducidas que en los años anteriores. 

Joaquín debió de estar de soldado en la guarnición de Melilla desde marzo de 1913 hasta principios de 1915 cuando ya la Primera Guerra Mundial, la de 1914 - 1918, había comenzado en Europa (España permaneció neutral).

¿Cómo era la vida militar de Joaquín allí?, algo podemos saber por las crónicas periodísticas de la época, y así he encontrado algunas en el diario Heraldo de Játiva, publicación dirigida por Alejandro Bellver que tuvo su primer número en 1909, se publicaba el jueves y tenía la redacción y administración en la calle de Moncada. Las crónicas sobre la guerra de Marruecos las firmaba un corresponsal que firmaba con las iniciales J. B. U., o con el seudónimo de Bu¡ Uzquiano.

Así, sobre la campaña más dura de los años anteriores a la llegada de Joaquín este corresponsal escribía una crónica fechada en la posición de Izhafen en octubre de 1911 (publicada en el diario del 9 de noviembre) y entre otras cosas decía lo siguiente:
23 de Octubre
Unos oficiales con los jefes de las cábilas de la orilla del rio Kert. De la revista Nuevo Mundo del 30 de abril de 1914.
Hace tres días que se oyen pocos disparos en la avanzada, lo que demuestra que se han retirado muchos enemigos con dirección a Alhucemas ó han abandonado la Harka; esto no obstante, se ven de noche en los montes de la izquierda del Kert y en la parte este de la cabila de Neni - bu - Iagi muchas hogueras, lo que indica que proyectan algo anormal.

24 de Octubre
Desde el amaneces se ha notado gran movimiento de rifeños en los llanos de Beni - bu - lagli; algunos grupos se han dirigido á las proximidades de Imarufen, lo que hizo creer que proyectaban atacar dicha posición; pero se han limitado a algunos disparos. Los "pacos"de la orilla izquierda del río también nos han obsequiado con algunos tiros dirigidos á Izhafen, pero no se les ha contestado.

27 de Octubre
Llueve y por la noche hay grande obscuridad, lo que hace muy penoso el servicio de trincheras; cerca de éstas nos han sorprendido con un gran fogonazo que más bien pareció un relámpago; y a los dos segundos se ha oído la detonación de una descarga de fusilería y silbar las balas sobre las cabezas de nuestros centinelas y avanzados; se les ha contestado con algunos tiros, no se ha vuelto á oír ningún disparo en toda la noche.

28 de Octubre
He visto que tres cabos del regimiento Guadalajara han hecho una excavación en el suelo y han construido una barraca con tierra, cuatro palos, un alambre y algunos sacos, formando un cuadrado de unos dos metros de lado, poniendo sobre la entrada un letrero que dice: -Cabila 606 y al costado un letrero que expresa: -Asegurada de incendios"".

29 de Octubre
La noche pasada ha estado lloviendo con tanta impetuosidad ... Todos dentro de las tiendas. Al mismo tiempo, un vendaval muy fuerte parecía arrancar las tiendas de cuajo ... Una temperatura de siete grados sobre cero. Los que estaban de servicio en los parapetos han sufrido una noche terrible.

Del año 1913, cuando ya Joaquín estaba en aquella zona, este corresponsal envió dos crónicas tituladas Rasgos de la Guerra. Notas de un voluntario. Una publicada en el diario del 9 de octubre hace referencia a122 de septiembre en el campamento de Tetuán que no era el sector en donde estaba Joaquín (trata sobre los preparativos de una columna que tenía por objeto la construcción de un reducto en una loma, el cual tenía por objeto proteger los convoyes que desde Tetuán se dirigían al campamento de Lauden).

La otra crónica, publicada en el diario del 4 de diciembre, hace referencia al 23 y 24 de noviembre en el sector oriental que era el de Joaquín. En la misma dice lo siguiente.

23 de Noviembre
Esta mañana, al hacer la descubierta fuerzas de la segunda compañía del primer batallón de Mallorca destacados en Dorsa, han sostenido vivo tiroteo con moros emboscados en los barrancos y piedras próximos a la posición, habiéndonos herido a un cabo y dos soldados. El enemigo tuvo algunas bajas que consiguió llevarse.

24 de Noviembre
He sabido que en el campamento moro de Dar - Ben - Karris hay gran entusiasmo por la llegada de una pieza de artillería que, desde lejanas tierras de Alhucemas han traído los rifeños. Los atabales y gaitas han anunciado la llegada. En las laderas de las montañas se repetía el eco de los instrumentos guerreros, los fusiles eran disparados tres veces, los moros lanzaban al aire sus agudos gritos de alegría.

Según José su padre no resultó herido durante este servicio activo en Melilla, aunque si que quedó dañada su salud, aparte José también me ha comentado que a su padre no le era grato recordar aquel período de su vida quizá por las penalidades que allí pasó. Hacia mediados de 1915, tal y como he dicho, reembarcó hacia la península y regresó a Ayelo, aunque la licencia de su servicio militar aún tardaría.

V. Regreso a Ayelo en 1915. Las fiestas patronales de aquel año según un corresponsal del Heraldo de Játiva. La licencia del servicio militar y su marcha de Ayelo en busca de un futuro mejor. En Francia una vez terminada la Primera Guerra Mundial.

Joaquín debió de llegar a Valencia, después de su estancia en Melilla, ese año de 1915 cuando en Europa tenía lugar la Primera Guerra Mundial comenzada el año anterior. Allí en Valencia, en la administración militar del regimiento Guadalajara 20, cumplió los trámites a la espera de que le concedieran el pase a la segunda situación del servicio activo, lo cual, como ahora veremos le fue concedido con la fecha del 6 de marzo del año siguiente.
Certificado militar de Joaquín Belda (documento familiar)
Mientras tanto pudo regresar a Ayelo, y allí reencontrarse con su familia y buscar algún trabajo; trabajo que, finalmente, encontró en el comercio.

En el citado diario Heraldo de Játiva, mientras buscaba información sobre la guerra de Melilla, encontré una muy interesante crónica de un colaborador de este diario, que firmaba: El Corresponsal, sobre las fiestas patronales de aquel mismo año 1915 de las cuales Joaquín, seguramente, pudo ser testigo. 

Se publicó en el diario del 12 de agosto de ese 1915, y es una crónica que nos informa de los actos que se celebraron aquel año y, así por ejemplo menciona que la predicación en la misa solemne del Cristo estuvo a cargo del reverendo Rafael Juan Vidal; asimismo que hubo una velada musical en casa de D. José y D. Enrique Ortiz después de la procesión de San Engracio (eran mi abuelo y mi tío abuelo y la casa es donde yo vivo actualmente), en la cual cantó la profesora de canto y piano Conchita Sanz y Arnal, acompañada del que llama barítono y artista de varietés D. Luis Requena que era de Ayelo; según este cronista fueron muchas señoritas del pueblo las que asistieron a esta velada, a las cuales cita, añadiendo que hicieron los honores de la casa las señoritas Da Matilde López, de Ortiz y Da. Amparito López, de Ortiz, es decir mi abuela y tía abuela respectivas (mis abuelos estaban recién casados). 

Al día siguiente, sigue diciendo este cronista, llegaron los exploradores setabenses, a los cuales ya se les esperaba por un bando del alcalde, el ya mencionado D. Daniel Mompó, al frente de los cuales iba el presidente del comité de dichos exploradores D. Ricardo Sanz (creo que antepasado de la actual vicepresidenta del gobierno María Teresa Fernández de la Vega), y el tesorero, que era el presbítero D. Gonzalo Viñes (nacido en Játiva en 1883 fue, posteriormente, canónigo de la Seu de aquella ciudad y un ilustre historiador sobre temas de aquella iglesia; moriría asesinado en los primeros meses de la guerra civil del 36), y como a la llegada de estos exploradores hubo una misa que celebró este ilustre presbítero en la iglesia, con este motivo hubo interpretación de la banda de música del pueblo bajo la batuta de su director Paquito Juan Requena. 

También tuvieron lugar las dansaes, y otra velada musical en casa de D. Joaquín Belda, en esta ocasión hizo los honores la señora Da María Soler, de Belda. 

De esta crónica se desprende la relación que en aquellos años tenían algunas personas de Ayelo con otras de Játiva, y así la amistad del Reverendo Rafael Juan Vidal con D. Gonzalo Viñes, o la de D. Ricardo Sanz con mi abuelo y con otros del pueblo.
El diario Heraldo de Játiva del 12 de agosto de 1915 con la crónica de las fiestas patronales de Aielo.adir leyenda
He aquí la transcripción integra de esta crónica sobre las fiestas patronales de agosto de 1915:

AYELO DE MALFERIT


El viernes dieron principio en este pueblo las fiestas que anualmente se dedican al Cristo de la Pobreza y á San Engracio. Con este motivo, rindiendo tributo á la tradición, todos los hijos de esta villa á quienes sus negocios retienen fuera de ella, llegaron ávidos de rendir homenaje á las costumbres del pueblo.

Ayelo, estos días, se transforma completamente; sus hábitos de pueblo tranquilo, silencioso, trabajador son sustituidos por la ropilla de fiesta con que se engalana, y todos sus vecinos, ricos y pobres, fraternizan en cariñosa expansión de regocijo. 

Las personas más distinguidas de la villa y aquellos de sus hijos que más allá del pueblo lograron conquistar envidiables posiciones económicas y de cultura, son los primeros, los organizadores de estas fiestas en que se estrechan vínculos de antigua amistad y se renueva la promesa de amor al pueblo que nos vió nacer.

El viernes, día de la fiesta mayor, en honor del Smo. Cristo de la Pobreza, se celebró solemne función religiosa en la iglesia, ocupando la sagrada cátedra el celoso cura Dr. D. Rafael Juan Vidal, hijo de esta villa.

Por la noche tuvo lugar la procesión de la venerada imagen del Cristo de la Pobreza, y el sábado la de San Engracio, recorriendo la procesión las principales calles de la villa. A estos actos religiosos puede decirse sin exageración que asiste todo el pueblo, como todo el pueblo engalana sus balcones con ricas colgaduras y luces.

El sábado por la noche, después de la procesión, se reunieron en casa de los señores Ortiz Pinter (D. José y D. Enrique), muchas y muy distinguidas familias del pueblo y de fuera, improvisando una velada musical de la que guardaran gratísimo recuerdo cuantos asistieron. En ella tomó parte la distinguida profesora de canto y piano Srta. Conchita Sanz y Arnal, que cantó, acompañándose á piano y con irreprochable gusto, las más hermosas páginas musicales de las mejores óperas.Con esta señorita compartió los aplausos, en números de canto, el simpático barítono y artista de varietés, hijo de este pueblo, D. Luis Requena.

Entre las lindas muchachas asistentes vimos á las Srtas. Elisita Cáenos Vidal, Amparo, Carmen, María y Josefina Colomer; Pepita Calabuig, María y Pepita Requena, Pilarcita Sanchís, María, Pepita y Amparito Barben, Herminia, María, Pepita y Amparito Liñana; Carmencita Sanz Arnal, Amparito Martínez. Amelia y Enriqueta Saques, Amparito Gómez Lucas, Asunción Esplugues, Emilieta Silvestre, Catalina y Amparito Llabrés, Julieta Sanz y Elenita y Teresita Reig.

También vimos á las distinguidas señoras D.a Carmen Sanz, de Reig; D.a Dolores Martí, de Llabrés, D.a Asunción Llorca, de Tudela; D.a Enriqueta Llorca, de Tío; D.a Encarnación Terol, de Sancho; D.a Flora Borja, de Casanova; D.a Elvira Vañó, de Sancho; doña Concja Terol, de Sanz, y D.a Matilde Borja de Sancho.

Hicieron los honores de la casa, con su proverbial galantería, las dueñas de la misma Sras. D.a Matilde López de Ortiz y doña Amparito López, de Ortiz.
Un grupo de exploradores como los que llegaron a Ayelo con motivo de las fiestas patronales. De la revista Nuevo Mundo del 12 de febrero de 1914.
El domingo á las nueve de la mañana, hicieron su entrada en Ayelo los Exploradores Setabenses. Puede decirse que el vecindario en masa, previamente invitado al acto por medio de bando público, por el digno alcalde de esta villa D. Daniel Mompó, salió á recibirles á las afueras de la población. 

Al frente iban el presidente del Comité de los Exploradores Setabenses D. Ricardo Sanz, y el tesorero del mismo D. Gonzalo Viñes, presbítero; el Ayuntamiento de esta villa en pleno, numerosas personalidades y la banda de música de esta villa. 

Precedidos por ésta y entre los aplausos del público, llegaron los Exploradores á la iglesia, en donde se celebró una misa para ellos, á la que asistieron las indicadas autoridades y el pueblo en masa. Durante la misa, en la que celebró el ilustrado sacerdote D. Gonzalo Viñes, la banda de música del pueblo, bajo la batuta de su inteligente director Paquito Juan Requena, interpretó selectas composiciones en la plaza. 

Terminada la misa, cantaron si "Himno" los exploradores, y después de instalar su tienda de campaña en la plaza del Palacio y montar guardia, pasaron á alojarse éstos. Todo el pueblo ha rivalizado en llevar á sus casas á los simpáticos muchachos.

Por la tarde, en dicha plaza, realizaron los Exploradores diferentes ejercicios de gimnasia sueca, siendo muy aplaudidos.

Por la noche de este día, y en los sucesivos del lunes y martes se celebraron las típicas dansaes, en la amplia plaza indicada, formando las parejas lindas señoritas de los más distinguido de esta villa.
En casa de D. Joaquín Belda se celebró el lunes otra reunión análoga á la de la noche del sábado en casa de los Sres. Ortiz, haciendo gala de sus facultades artísticas la Srta. Conchita Sanz, asistiendo hermosas señoritas, y haciendo los honores de la casa, con suma amabilidad, la Sra. D.a María Soler, de Belda.

El lunes á media noche, después de ejecutar nuevamente en la plaza ejercicios de gimnasia sueca, levantaron las tienda de campaña los Exploradores y regresaron á Játiva, siendo despedidos por las autoridades y todo el pueblo, que ha agradecido la visita de los simpáticos muchachos que forman la tropa de Exploradores Setabenses.

No cerraremos esta crónica sin hacer público testimonio de respeto al Ayuntamiento de Ayelo, y de una manera muy especial á su alcalde D. Daniel Mompó, por lo acertado de todas sus disposiciones en estas fiestas y el cariñoso trato que ha tenido para los Exploradores de Játiva.

Estos, antes de salir del pueblo, nos comunicaron su satisfacción por el recibimiento y trato que les ha dispensado este vecindario y sus autoridades, encargándonos que, en su nombre, hiciéramos público testimonio de su gratitud, nota final de una excursión de la que guardaran imperecedero recuerdo. 

Es una crónica en la que, como se puede apreciar tienen protagonismo las personas distinguidas del pueblo en un año de relativa tranquilidad en España, mientras que en Europa, como ya he dicho, tenían lugar la Primera Guerra Mundial. Pocos años después vendrían días de luto en Ayelo, como en otros pueblos, a causa de la terrible epidemia de Gripe del año 1918 que tantas muertes causó, pero para entonces Joaquín va había emigrado a Francia.

En efecto, Joaquín, al año siguiente al de esta crónica, es decir en 1916, obtuvo el pase a la segunda situación del servicio activo en cuanto a su servicio militar. 

José conserva dos certificados que tenía su padre de fecha 6 de marzo de ese año 1916, están firmados por el Teniente Coronel jefe Representante del Regimiento Guadalajara 20 D. Rafael Benttoloty Ruiz, en nombre del Capitán General de la 3a Región, y en éstos se hace referencia su reemplazo, que fue el de 1912, a que causó alta en primera situación del servicio activo el 6 de marzo de 1913, y también a que se dedicaba al comercio. 

Para pasar a esta segunda situación del servicio activo este mismo teniente coronel certificó (con la misma fecha) que, según los antecedentes que obraban en dicho Cuerpo, no resultaba que Joaquín hubiera contraído matrimonio hasta esa fecha, ya que si lo hubiera hecho, su situación militar también hubiera cambiado según la ley militar vigente en esos años. Al margen de este último certificado hay una fecha anotada al margen que es la del 13 de julio de 1917 la cual, seguramente, es la de su pase a la situación de reserva, p esta situación duraría hasta que se cumplieran ocho años desde su alta en el primer servicio activo, es decir sería en marzo de 1920.

Una vez obtenido su pase a la reserva Joaquín, que seguramente ya lo tenía pensado, decidió irse a Francia para conseguir mejores condiciones de trabajo y un futuro algo mejor que el que podía conseguir en el Ayelo de entonces, su destino final será Tolouse. 

El 3 de abril de 1921 se casó con Marcela Antonia Vidal Felipo en la parroquia de Seo de Urgel. En Tolouse, en los años posteriores a la Primera Guerra Mundial, encontró trabajo y el futuro mejor que buscaba, nunca más regresó a Ayelo.
Fotografia de Joaquin Belda en Ayelo de Malferit antes de emigrar a Francia (fotografia familiar).
 Su hijo José quiso conocer el pueblo de su padre. Este viaje lo hizo en el verano de 1959 (su padre hacia ya algunos años que había muerto allá en Tolouse). Estos son sus recuerdos de aquel viaje.

VI. El viaje de José al Ayelo de 1959 para conocer la familia de su padre. La historia de mi amistad con él.

En una de las postales que José me ha enviado se ve Les Quais de la Garonne de aquella ciudad; en la misma me dice: He nacido cerca del puente, el más viejo, y del Hospital de los Peregrinos del Camino de Santiago.

En 1954 y 1955 José formaba parte de las fuerzas militares y policiales que Francia tenía en Argelia (Marruecos y Túnez obtuvieron la independencia en 1956 ya que Francia sólo tenía el protectorado en aquellos territorios del norte de África, pero Argelia tenía la consideración de territorio francés. En 1954 había comenzado allí la violencia de los independentistas y el comienzo de una guerra que duró hasta 1958, año en el cual, el presidente Charles de Gaulle, optó por abrir negociaciones las cuales conducirían, en 1962, a la independencia de aquel territorio. Un hermano de José moriría en aquel conflicto).

En los viajes, en aviones militares, en los que José iba desde Francia al territorio argelino, al sobrevolar cerca de la costa española las tierras valencianas le venía el recuerdo de su padre, el emigrante como él le llama, y pensaba que por entre aquellas montañas un poco hacia el interior de la costa estaba el pueblo en donde había nacido: Ayelo de Malferit era el nombre, y fue en estos viajes cuando comenzó a sentir el deseo de conocerlo, de ir algún día cuando sus obligaciones se lo permitieran.

En el verano de 1956, ya sin las obligaciones militares en Argelia, José comenzaba a trabajar en la Surete Nationale; tenía veintiséis años. Por aquellos días de aquel verano compró una moto vespa y se dijo ¿porqué no hacer el viaje al pueblo de mi padre? Hoy puede parecer algo sin importancia, pero en el año 1956 entrar en la España de la dictadura franquista por unas pésimas carreteras y conduciendo una vespa era una aventura.

Visados de salida y entrada a Francia y España correspondientes al viaje de José a Ayelo en 1956 (fotografia familiar).

En otra de las cartas que me ha enviado me incluye los visados con los sellos de salida de Francia y entrada en España. Uno de estos es un visado, sellado y firmado por el consulado de España en Tolouse, para autorizarle la permanencia en España durante un máximo de noventa días y esta fechado el 25 de junio de ese año 1956. El otro es el visado francés en el que se puede ver el sello de salida con la fecha del 12 de julio, y otro sello que pone: Puesto de Policía de Seo de Urgel. Zona Oriental. 16 de julio de 1956. Salida.

Como se recordará la Seo de Urgel fue en donde se casaron sus padres, ya que su madre era de un pueblo cercano a aquella ciudad. Allí estuvo José unos días para luego comenzar a recorrer las carreteras que le conducirían a Ayelo. 

De los recuerdos de aquel viaje José tiene la imagen de la pobreza de la España de entonces, con unas carreteras solitarias y en mal estado en las que de cuando en cuando había algún surtidor de gasolina (eran pocos y había que cargar con algún depósito extra para no quedarse parado en alguna de aquellas carreteras).
José Belda con su vespa en 1956 (fotografia familiar).
Finalmente llegó con su vespa a Ayelo sobre el 18 de julio, era de noche y bastante tarde. Los que ya tenemos cierta edad recordamos como era la entrada de Ayelo por entonces. Los algarrobos, la Venta, los nogales, la bodega y el Ensanche. Por allí paró su vespa José y preguntó si conocían a una familia que era conocida por Els Llops, que, según le había contado su padre era el nombre popular de su familia en el pueblo. Le dirigieron hacia una casa que estaba por el Fondo.

Le llamó la atención que, a pesar de ser ya bastante tarde había gente en el paseo, allí se podían ver varios barracones de madera con mesas de mármol al exterior y bombillas de colores como en una feria; eran los bares de verano que por entonces se montaban en el ensanche; uno de estos era el de Juan March, el cual me ha comentado que estos bares de verano tenían una gran aceptación entre la gente del pueblo, pues allí se servían bebidas refrescantes y granizados con las heladeras que funcionaban dando vueltas a la manivela después de introducir hielo que se compraba en barras. Las bombillas de colores hacían al paseo vistoso, y la gente paseando o sentada en las mesas de estos bares le daban mucha animación.

La llegada de José fue para los primos de su padre, los que aún vivían, y los hijos de estos una gran sorpresa. Havia arribat el fill de Joaquim, el que se n'havia anat a França feia tants anys! Según José la acogida que le dispensaron en los días que estuvo en Ayelo, que fueron unas dos o tres semanas, es decir hasta pasadas las fiestas patronales de ese año, fue extraordinaria. Los familiares de su padre se disputaban el poder alojarlo en su casa, cada día estaba invitado a comer en una casa y, en definitiva, esta primera visita fue para él muy grata. José hablaba algo de castellano y sobre todo se defendía con el catalán - valenciano que había oído hablar a sus padres.

De aquellos días recuerda, en general, la amabilidad de la gente del pueblo, esa generosidad que hoy se ha perdido. Recuerda asimismo la animación de aquellos días que incluyeron los de las fiestas patronales; lo bien que lo pasaba la gente en el cine de verano.
José ha regresado a Ayelo en bastantes ocasiones desde entonces, suele llegar en los días de verano próximos a las fiestas patronales.

De estas últimas estancias en el pueblo data nuestra amistad. El verano pasado llegó como a él le gusta, sin previo aviso porque dice que es mejor presentarse y ya está a tener que decir que no ha podido ir por algún motivo. 

Ya he comentado al principio que me encontró en un estado lastimoso porque un sujeto vil había matado a Blaqui (él conocía a mi pequeño de anteriores viajes, y de hecho nos había hecho fotos juntos). 

De estos días surgió la idea de averiguar algo más sobre su padre, y de ahí nuestras idas a los archivos del pueblo. Por mi parte si en algo he contribuido a la recuperación de la memoria de este hijo del pueblo, Joaquín Belda, que un día emigró a Francia en busca de un futuro mejor, me doy por satisfecho.

FERNANDO GOBERNA ORTIZ
Publicat al programa de festes de l'any 2009

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