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miércoles, 24 de marzo de 2010

" I jugarem al flendit de nit ", o como en la Nochebuena de 1895 llegó la electricidad a Ayelo

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Rafael Ferrero Terol escribió una serie de artículos que aparecieron en los Libros de Fiestas de 1990, 1992 y 1993 donde nos contaba los orígenes y el nacimiento de la Hidro-Eléctrica Ayelense, la construcción de la Fábrica de Luz y los estatutos de aquella sociedad mercantil.


A lo largo de estos, el autor nos traslada al Ayelo de 1895 donde un puñado de capitalistas emprendedores, con Bautista Aparici a la cabeza, consiguieron fabricar la luz que iluminó por primera vez Ayelo y otros pueblos vecinos. Fue un proyecto innovador y vanguardista para la época, pues el primer alumbrado público en Europa es de 1881 y en España de 1890, tan solo 5 años antes.


No es difícil imaginar la expectación que debió crear en el pueblo; para mucha de aquella gente la electricidad debía ser cosa de magia y no podían imaginar como iban a cambiar las cosas tras su llegada. La inauguración del alumbrado público fue una Nochebuena de 1895 y pocos se debieron perder los actos que se celebraron. Dice R. Ferrero que después de una solemne misa " ... se bendijo solemnemente la red eléctrica a los acordes de la Marcha Real y con la presencia del Ayuntamiento, autoridades y gran número de particulares que no quisieron perderse tamaño acontecimiento. Conectado el electro dínamo, dio fluido a potentes focos de luz que transformaron por completo el aspecto de las principales calles de la población, llenando de júbilo y satisfacción al vecindario. Posteriormente se ofreció un ágape en los salones de la Casa Consistorial, en donde con encendidas arengas se exaltaron los nuevos progresos que aportaba la nueva iluminación. El acto concluyó con el estrépito de tracas y cohetes, pero también con el jolgorio y griterío de unas gentes que llenaron las calles y las plazas de Ayelo exultantes de alegría."



La Central no sólo se concibió para el alumbrado de las calles y las casas, sino también para la industria de la zona, deseosa de modernizarse y necesitada de esta nueva forma de energía que les permitiría ser más competitivos. Ello explica que en el accionariado de la Sociedad figuraran capitalistas foráneos, que eran dueños de fábricas, interesados en esta nueva y prometedora energía que iba a sustituir a la del vapor.

La Fábrica de Luz también llevó la inquietud a algunos, pues precisaba del agua de la acequia para mover sus turbinas, 1650 litros por segundo, que obligaron a hacer trabajos de adecuación en la presa la Fos y el tramo de la acequia hasta la Central. Hay documentos que recogen las protestas de los regantes del barranc del Joncar solicitando que " ... se haga aumentar la lámina de agua para facilitar el riego, hoy difícil en las propiedades de los firmantes".

Aquel proyecto pionero pronto tuvo éxito y abasteció de fluido también a Ontinyent, y ante la demanda creciente no se tardó en aumentar la capacidad para servir también a L'Ollería, Albaida y Bocairent. Así tres años después, en 1898, se encarga al ingeniero Julián López Chávarri la ampliación de la planta y la construcción del edificio que todos conocemos junto a la Font d'Allà Baix.




La construcción de la Hidro-Eléctrica Ayelense supuso para el pueblo, en palabras de R. Ferrero: ".. una importante transformación en el campo energético, consolidándolo como uno de los centros más importantes en la producción de fluido eléctrico de la región valenciana, y por tanto, la primera población de la Vall d'Albaida en cuanto a producción y distribución del mismo".

Quizá aquella Nochebuena algunos niños pudieron cumplir el deseo de jugar al flendit de noche, tal y como lo contaba mi abuelo, Enrique Calabuig, y no cabe duda de que fue un gran acontecimiento que se debió recordar durante mucho tiempo, aunque sus ecos ya se han apagado 115 años después.

Calabuig

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1 comentario:

  1. Cada dia este blog està més interessant pels articles nous que apareixen i tambè pels que esteu seleccionant i mostrant després d'anys guardats a les prestatgeries, com estos al voltant de la hidroelèctrica d'Aielo que ja ni recordava.

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